El grupo «Animate Vale Oro» generó un espacio de acompañamiento, y formación para adolescentes cuyo grado de vulnerabilidad incrementa el riesgo de deserción escolar y realiza diferentes acciones sociales.

Desde sus comienzos en el año 2017, el grupo “se originó con el objetivo de que chicos y adolescentes tengan la posibilidad de estudiar, y no tener que salir a trabajar. Más allá de todo, estos chicos tienen dificultades económicas, entonces la organización tiene la finalidad de que su única preocupación sea estudiar, finalizar sus estudios y apuntar a un futuro”, explicó una de las voluntarias, Alejandra Lobos.

Con su sede en la capilla de San Agustín, en 14 de julio 5815, brindaban apoyo escolar junto al voluntariado de la Universidad Nacional del Sur. Además, tenían una huerta en la que trabajaban para complementar sus actividades.

Sin embargo, con la llegada de la pandemia, “tuvimos que amoldarnos y empezar a dar apoyo escolar de forma virtual. Hubo muchas dificultades, pero los profes y los chicos pusieron muchas ganas, y así se manejan hasta el día de hoy”, contó Lobos, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios.

“Ahora lo que hacemos son bolsones de verdura. Habíamos empezado en el 2019 una vez por mes, pero el año pasado aumentó la venta y pasó a ser semanal. Con la recaudación que sacamos de los bolsones comerciales, que vendemos al público, armamos bolsones solidarios para entregar en merenderos, comedores y capillas”, informó la voluntaria.

La entrega se realiza en el Centro de Ex Alumnos de Don Bosco, en Avellaneda 416 y en diez puntos en diferentes lugares de la ciudad.

“Hace unos años empezamos como un proyecto: ahora estamos haciendo los papeles y trámites para poder conformarnos como una organización social. Con eso queremos formalizar el trabajo y tener otras posibilidades. Es un gran paso que hace la diferencia”, remarcó Lobos.

Los bolsones comerciales se pueden solicitar a través de las redes sociales de  «Animate Vale Oro»