Impulsada desde la Subsecretaría de Extensión de la UNS, la iniciativa busca docentes y estudiantes que quieran asistir a instituciones de educación no formal de distintos barrios de la periferia bahiense, y acompañar las trayectorias educativas de niñas, niños, jóvenes y adultos que cursen sus estudios de nivel primario o secundario.

En este sentido, para participar de la propuesta hay que pertenecer “a la comunidad universitaria: pueden ser docentes, no docentes, estudiantes o graduados. Luego se le asigna alguna institución teniendo en cuenta la disponibilidad de la persona y la cercanía con el establecimiento”, comenzó la coordinadora del Programa de Voluntariado de Apoyo Escolar e Inclusión Educativa, Delfina Williams, en diálogo con EcoMedios.

De esta manera, entre los sectores donde ha funcionado el Proyecto están Villa Muñiz, Villa Amaducci, Ricchieri, Grünbein, Noroeste, Oro Verde, Saladero y Spurr, donde colaboran con ONG’s y asociaciones barriales. “Se trata de instituciones con las que venimos trabajando hace años y sabemos que la articulación funciona. En eso nos basamos, pero todos los años generalmente hay algún espacio nuevo”, dijo.

Respecto a las distintas áreas del conocimiento requeridas, Williams afirmó que “si bien hay gente de alguna carrera más específica, que siempre viene bien porque suelen ser las materias que generan más dudas, todo suma. Independientemente de la formación que tengan, o no porque pueden ser ingresantes, a lo largo del cuatrimestre damos capacitaciones con herramientas a las que pueden recurrir ante situaciones puntuales”.

Experiencia en ayuda comunitaria

Asimismo, el apoyo escolar “es un primer encuentro con las instituciones, para después hacer un abordaje más integral de trabajo. Además contamos con un profesional de Trabajado Social ya que intentamos hacer un acompañamiento desde la complejidad, abordando distintas aristas”, sostuvo.

Por último, Williams no quiso dejar de resaltar que la experiencia de voluntariado es “súper enriquecedora porque implica varias cuestiones que exceden el apoyo escolar, como conocer otras realidades, involucrarse con personas que capaz en lo cotidiano no estamos acostumbrados o acostumbradas a vincularnos; se genera mucho sentido de pertenencia y se terminan formando grupos de amigos y amigas”.

Y, siguiendo esa línea, finalizó: “Más allá de que los espacios necesitan gente para poder funcionar, insisto con que es una experiencia personal que vale la pena vivir, aunque sea en un cuatrimestre. También realizamos actividades basadas en la importancia de que la universidad salga a la comunidad y abra sus puertas a quienes tal vez no la tengan tan cercana”.

Cabe destacar que el Programa realiza dos convocatorias anuales, en concordancia con el primer y segundo cuatrimestre definido por el calendario universitario, y que este 2022 comenzará con el apoyo escolar la primera semana de abril. Los y las interesadas en formar parte pueden inscribirse aquí.