Un proyecto de Ingeniería, que busca incorporar desechos a materiales de la construcción, resultó elegido en el Challenge SmartPort Lab, organizado por el Puerto de Bahía Blanca. Esta propuesta no solo representa un hito en la búsqueda de soluciones sostenibles para la ciudad, sino que fortalece el patrimonio científico de la comunidad.

La iniciativa denominada Centro de Estudio de Residuos Industriales en el Hormigón (CERH), fue entregada por las docentes y becarias doctorales CONICET: Rocío Peralta Ring y Natalia Delbianco, y la doctora Carla Priano. El premio consiste en 10 millones de pesos, que serán utilizados para brindar esta prestación a empresas, en el laboratorio que ya funciona en el complejo de avenida Alem 1253.

“Presentamos como idea estudiar residuos de las industrias para incorporarlo en el hormigón y desarrollar el laboratorio para estos análisis. El dinero, será destinado a equipamiento, refacciones, mantenimiento y demás. Antes del Puerto, trabajamos con la empresa TGS y estudiamos sus residuos, los usamos en el hormigón y encontramos resultados positivos. Creo que tener ese respaldo, demuestra que funciona y otras empresas podrán confiar en nosotras”, comenzó la Ingeniera Civil, Rocío Peralta.

La profesional se encuentra en proceso doctoral, para el que justamente trabaja en dicho tema. “Vimos que el Puerto buscaba soluciones para su funcionamiento y el de las distintas empresas del polo, en cuanto a logística y ecosistema, y por eso nos presentamos bajo la temática de residuo y sustentabilidad. Actualmente trabajamos con otros servicios, por lo que la intención es incorporar este nuevo para las empresas locales”, explicó.

Como equipo de investigación, que se enfoca en la construcción y sustentabilidad, actualmente también trabajan con un inhibidor de corrosión de las armaduras del hormigón verde, a base de yerba mate y de orégano. “Lo importante de esta premiación, es que salimos un poco del contexto universitario y nos abrimos a las empresas. Muchas veces, se nos critica esto de quedamos en el ámbito del laboratorio. Además, demuestra que la ciencia y la investigación de la universidad pública sirve y es necesaria”, finalizó.