El sudoeste bonaerense cuenta con un importante reservorio de fauna y flora, que dan cuenta de ecosistemas originarios y rasgos culturales, históricos y geológicos, entre otros. Desde hace 40 años, en Bahía Blanca hay un grupo de cuidadores y cuidadoras que velan por la defensa de dicho entorno y patrimonio natural.

Tellus es una asociación conservacionista del sur que en noviembre de este año, celebrará su aniversario número 41. “Surgió por iniciativa de biólogos, biólogas y profesores de la Universidad Nacional del Sur, que estaban muy involucrados con las problemáticas ambientales y con transferir conocimiento de la universidad hacia la comunidad”, comenzó la presidenta de la entidad, Silvana Burela.

Con el mismo objetivo que cuando comenzaron en 1982: promover y difundir la educación ambiental, impulsan y participan en distintas actividades. “El intento de dragado del canal principal de la ría bahiense, en 2012, fue una de las movilizaciones más importantes de la ciudad. Tellus participó de aquel momento que, además, fue el inicio de otras agrupaciones y uniones de voluntades dispersas, que se juntaron por una causa en común”, recordó.

“Tratamos de estar presentes siempre, interviniendo en el lugar o dando charlas, con la finalidad de generar conciencia en la comunidad. Hoy por hoy vivimos bastante desconectados del ambiente que nos rodea, entonces nosotros tratamos de revertir eso. Tenemos una fuerte presencia en jardines de infantes, escuelas primarias o cualquier institución educativa donde nos llamen o convoquen”, agregó.

Este año, tras un proyecto de extensión universitario, donde se capacitó a alumnos y alumnas, se brindarán visitas guiadas por un sector del arroyo Napostá. “La idea es mostrarle a la comunidad toda la belleza, riqueza y biodiversidad que tiene ese espacio que, si bien está afectado por nuestra presencia, nos debería hacer sentir privilegiados por tenerlo. La educación ambiental es una de nuestras actividades más fuertes”, detalló.

Conservación del ambiente

Consultada respecto a la problemática principal que desde la agrupación observan a nivel local, se refirió a la falta de espacios verdes. “Árboles y espacios semi naturales, que aún conserva la ciudad es lo que últimamente está más en riesgo. Y tenemos una mirada constante sobre el estuario. Pero ahí, producto de lo ocurrido con el tema del dragado, surgió la ONG Guardianes del Estuario, que enfoca sus tareas allí”, dijo.

Y, siguiendo esa línea, continuó: “No tenemos que dejar de lado el tema de las plantas, porque después en el verano sufrimos muchísimo calor. Ya sabemos que, y lo dicen las personas que estudian sobre estos temas a nivel global, el verano pasado fue el más fresco de los próximos. Hay luchas que son más locales, y otras que tienen que ver con denominadores comunes, cosas que pasan en otros lugares”.

Según varios estudios, la conexión con la naturaleza otorga importantes beneficios para la salud mental y física. “Por eso es importante descubrirla, ofrecer acceso a la gente y que se pueda relacionar. Nuestra tarea de educación ambiental tienen que ver con eso: con volver a reconectar con el ambiente, porque nos hace bien y porque si no lo conocemos no lo podemos cuidar”.

Asimismo, Tellus brinda otra posibilidad: “Con mis compañeros creemos que debemos devolverle a la comunidad todo lo aprendido durante nuestra educación, que fue enteramente pública. Por eso, la asociación nos permite compartir lo que estudiamos para que la gente pueda acercarse y ver la naturaleza con otros ojos”, finalizó.

La entidad conservacionista está abierta a cualquier persona que quiera sumarse. Para conocer más al respecto, los y las interesadas pueden enviar un correo electrónico a [email protected], o visitar el Facebook o Instagram.