Rosana Gabriela Molina es escritora, docente jubilada y música que, si bien nació en la ciudad de Cinco Saltos, provincia de Río Negro, desde el año 1997 vive en Pedro Luro. Maravillada con el género poético, cuenta con varias publicaciones que dan cuenta de su sensibilidad e importante conexión con el arte.

Sus comienzos como escritora podrían ubicarse a los ocho años, mientras asistía a la escuela primara. De la mano de una maestra que estaba en 4°, 5° y 6° grado, y también era la bibliotecaria de la institución, leyó un libro donde estaban las características de la poesía. Ese fue el principio de un recorrido que hoy disfruta y nutre con cada nuevo proyecto.

“Por eso siempre digo que las maestras son muy importantes. De ese libro me llamaba la atención la manera en que los poetas podían lograr que todos los versos tuviesen el mismo número de sílabas y todo lo que eran los recursos poéticos. Para mí era un mundo irreal. Desde chica, la poesía fue mi centro”, comenzó, en diálogo con El Digital de Bahía.  

La certeza de que en aquella etapa escribía mucho, la tuvo cuando recuperó, de la casa de sus padres, todos sus cuadernos. “Pegaba las tapas y quedó uno bien gordito, con todas mis poesías. Cuando comencé a estudiar la carrera de profesorado de Letras dejé un poco la escritura. En el 2018, cuando me jubilé como profesora de Letras, retomé la escritura con dos talleres en los que actualmente aún participo”, contó en referencia ‘Carpe Diem’, que coordina Gabriela Licarzi, y a ‘Historia de la melancolía’, coordinado por Noelia Palma.  

Respecto a estos espacios colectivos, dijo: “Los talleres nos dan la posibilidad de acompañarnos en esto que es la escritura y también ayudan en un principio, cuando uno comienza, a aprender ciertos modos de escribir, a descubrir el propio estilo y es importante estar acompañado por otros que hacen lo mismo”.

Concretar proyectos

Años más tarde, en 2021, inició su interés por darse a conocer. Por ello, participó en distintas convocatorias de editoriales y publicó sus creaciones en algunas antologías. Tiempo después ganó un concurso organizado por la fundación y la editorial ‘Cepes’, gracias al que le dio vida a un poemario llamado  ‘Las hojas que vemos’; y en julio de 2023 se sumó a otra convocatoria de  ‘Ediciones en Danza’, para la que envió su libro ‘Komorebi’.

“El año pasado también gané una mención especial en el concurso literario llamado ‘El puerto edita’. Ese libro, ‘Latidos de viento y mar’, me encantó escribirlo. A mí siempre me gusta escribir sobre una temática e investigar sobre ella. Recuerdo que comencé a leer mucho acerca de la inmigración. Mi suegra es italiana, así que vivió ese camino del inmigrante. A ese poemario me encantaría editarlo”, detalló.   

La literatura es una parte importante de la vida de Rosana. “Desde chica siempre me gustó leer. Incluso el mejor regalo que me podían hacer era un libro. Y me es más fácil escribir poesía, porque he encontrado que puedo decir aquello que no podría decir de otra manera. Lo que quiero comunicar, lo hago a través de la poesía. Escribir se ha convertido en una necesidad para expresarme. Siento que el arte, en general, es parte de todos mis días”, valoró.

Para finalizar, la escritora se refirió a la situación particular de Pedro Luro y expresó: “Creo que hay mucho talento que no se hace visible. Algunos no lo han descubierto y lo hacen luego, porque lo vi en los talleres que participo. Acá se le está dando mayor visibilidad a través de distintos eventos. Difundir es importante. Cuando uno muestra y comparte se siente una enorme satisfacción”.

Los y las interesadas en adquirir sus escritos o conocer más sobre los tres libros que tiene en proceso, se pueden comunicar por Instagram o escribirle al WhatsApp 291 5716810.