Gabriela Licarzi es una escritora y docente que vive en Pedro Luro. Con la idea que nunca se deja de aprender, fomenta la lectura y escritura, tanto en escuelas secundarias y en los talleres literarios que coordina, como por medio de las antologías en las que ha participado.

“Me gusta mucho leer y escribir. Escribo desde los siete u ocho años. Mi mamá es docente jubilada, entonces siempre estuve en contacto con los libros. Y mi abuela materna me leía mucho también. Tuve la suerte que los adultos más cercanos me acercaran al mundo de las historias”, comenzó.   

Durante la secundaria, siguió escribiendo pero para ella. No se animaba a mostrarlo. “Mi profesora, Rosana Molina, fue una gran influencia. Ella me inspiró muchísimo, hasta el punto que estudié el profesorado de Letras”, recordó. Sin embargo, una vez comenzada aquella formación, por las exigencias de la carrera, se alejó un poco de la escritura.

En el 2018, retomó la actividad tras su participación en un taller dirigido por una docente de Buenos Aires, Silvia Stisman. Y en 2019 y 2020, se sumó al taller del profesor organizador del espacio ‘El Aleph’ de Bahía Blanca, Edgardo Epherra. “Ahí conocí grandes compañeros y personas. Crecí un montón con ellos, en ese trabajo colectivo”, valoró.

Enseñar y formar

Durante el 2018, Gabriela sintió que las herramientas y experiencias adquiridas daban sus frutos, por lo que comenzó con la coordinación de talleres para adultos: el primero fue ‘Carpe Diem’; luego ‘Viator’, que significa ‘viajero’ en latín, donde desarrollaron un proyecto de haikus, poemas japoneses, en braille; y en 2021 nació ‘Recordis’.

“Siempre siento que hay mucho por aprender, y me gusta ver en el otro un potencial. Por eso me parece tan lindo trabajar en grupo. Se va armando una gran comunidad en torno a la palabra literaria”, explicó, en diálogo con El Digital de Bahía.

Asimismo, ha participado en más de 10 antologías. “En 2022 publiqué un poemario de mi autoría llamado ‘Las raíces de mis días’, con textos de mucho tiempo y otros más actuales. Las convocatorias han sido lindas experiencias para esto del animarme a mostrar lo que escribo. Ver mi trabajo materializado fue hermosísimo. Creo que gran parte de mi vida gira en torno a la literatura”, detalló.

En la actualidad, también coordina junto a Marilina Viscardi, una propuesta integral de arte plástica y literaria llamada ‘Somos MaGa’,  y un taller infantil para acercarse a la lectura jugando, que lleva por nombre ‘Merienda Literaria’. Todas las propuestas se realizan de manera presencial, en los espacios culturales de Pedro Luro, ‘Flora’ y ‘Emuná’, y hay una opción virtual.

Leer, escribir y sanar

“Volví al formato diario personal durante la pandemia. Me gusta mucho Liliana Bodoc, y ella dice que hay cosas que nos enojan, que nos sacan de eje, y hay que hacer algo con esa emoción o ese encierro. Ese año llené muchos cuadernos. Disfruto escribir a mano, y sacar esa bronca o preocupación. Escribir me serena, me conecta. Vuelvo a mi esencia. Primero soy lectora, en el sentido de analizar la vida, y todo eso que observo beneficia la escritura”, reflexionó.

En el censo del 2010, le tocó trabajar en una zona rural. Aquel recuerdo, donde en una de las últimas familias había una mujer que no sabía leer, la hace reflexionar. “Pienso que no dimensionamos lo que es esa práctica. Su importancia. Nos parece muy natural saber leer y escribir. Sin embargo hay gente que no ha podido. Qué importante es saber leer, fuera de la frase hecha, por las puertas que abre”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer más sobre su propuesta de talleres y obras, pueden visitar su Facebook o Instagram, o bien enviarle un correo electrónico a [email protected]. Además, sus libros se encuentran en Don Quijote, Fitz Roy esquina Brown, y La Masmédula, Alsina 155, local 22 de Galería Jardín; El Universo Libros, de Villa Ventana; o por Mercado Libre.