Un temporal de nieve que azotó a la Línea Sur rionegrina en 1984, dio lugar a la campaña Una oveja para mi hermano, impulsada por el Obispado de Viedma. Esa iniciativa impulsó el asociativismo en el sector productor caprino y ovino, que hoy comercializa el fruto de la esquila en remates públicos.

La Cooperativa Agrícola Ganadera Amuleim Com Ltda., de Comallo, inició su actividad luego de un fuerte temporal de nieve que azotó la zona en 1984, y que tuvo como resultado una importante mortandad de animales. Un año después, gracias al apoyo del Obispado de Viedma, y particularmente el monseñor Esteban Hesayne, comenzaron a promocionarse cooperativas de productores ovinos y caprinos, para fortalecer una actividad que había quedado muy devastada.

La presidenta de la entidad, quien en 2022 recibió el reconocimiento a la Mujer en la Ruralidad entregado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Magdalena Porma, contó: “El obispo hizo la campaña Una oveja para mi hermano, y se hizo una promoción en toda la línea sur. Y aunque costó muchísimo que la gente se juntara, se pudo trabajar para que los productores puedan lograr buenos precios en sus lanas”.

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