Un sitio natural pleno de preguntas y misterios
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La mayoría de los habitantes de la región saben de la existencia de la Reserva Natural Provincial Pehuen Có-Monte Hermoso pero seguramente desconocen el motivo por el cuál se creó o la importancia de la misma.

Entre las dos localidades balnearias, por más de tres kilómetros a lo largo de la costa, se encuentra una plataforma rocosa que en ciertos sectores preserva el registro de huellas de animales que habitaron la zona hace unos 12 mil años.

La Reserva es un yacimiento paleoicnológico (icnita: marca dejada en el suelo por el desplazamiento de un organismo), está formado por rocas de grano fino, llamadas limolitas. Originalmente, eran fangos de las orillas de una laguna de agua dulce y que, con el paso del tiempo y las condiciones adecuadas, atravesaron un proceso geológico conocido como litificación, porque los sedimentos se transforman en rocas sedimentarias.

Yacimiento regional de la megafauna

El hallazgo de este sitio se produjo en octubre de 1986, luego de una sudestada que descubrió la plataforma que presenta gran variedad de huellas. Algunas pertenecen a animales que habitan todavía en la actualidad, pero más interesante aún son las que corresponden a varias especies de la Megafauna Sudamericana, grupo de mamíferos de grandes dimensiones que habitaron nuestro continente y desaparecieron en la gran extinción de finales del Pleistoceno, justamente hace aproximadamente 12 mil años.

Las pisadas de mayor tamaño encontradas pertenecen al género Megatherium, un perezoso gigante que se ha comprobado, gracias a la sucesión de huellas – lo que se denomina rastrillada, que podía trasladarse de forma cuadrúpeda o bípeda. También hay marcas que corresponden a Macrauchenia (parecido a un gran guanaco con trompa), mastodontes (semejantes a los elefantes pero de mayor tamaño y peludos), caballos extintos y especies actuales como pumas, ciervos, guanacos, maras, flamencos, cisnes, ñandúes, entre otros.

El estudio de este yacimiento estuvo a cargo de un equipo de Geología de la Universidad Nacional del Sur, con la doctora Teresa Manera a la cabeza, quien fue la que hizo el hallazgo. Esto permitió inferir que las condiciones ambientales del momento en que se formaron las huellas eran muy diferentes a las actuales. En principio, el mar se encontraba mucho más alejado y el lugar era ocupado por lagunas esporádicas que se formaban por descargas fluviales en épocas de lluvia y eventualmente se secaban parcial o totalmente. Se cree que los animales se acercaban a beber y en búsqueda de alimento. En el lodo quedaron marcadas las pisadas que luego fueron tapadas por sedimentos arrastrados por el aporte de agua de las siguientes lluvias, permitiendo así su preservación y posterior litificación.

También se han encontrado huellas de humanos en el sitio confirmando su presencia en el lugar. Aunque no se ha podido definir todavía con precisión su relación con la fauna. Por estudios en la región pampeana se conoce que los grandes mamíferos coexistieron con las poblaciones indígenas. Investigadores de Conicet encontraron recientemente evidencias de que estos animales serían cazados. En el caso puntual del yacimiento de Pehuen Có-Monte Hermoso todavía es un enigma, la presencia de las pisadas incentiva a seguir investigando.

Preservación y cuidados

Al encontrarse en la playa, este yacimiento paleoicnológico se ve afectado por los efectos erosivos del mar y el viento que desgastan y rompen la roca. Sin embargo, no sólo la naturaleza está dañando este sitio, ya que la acción del hombre puede ser incluso más destructiva. El aumento del turismo y la circulación de vehículos por la playa acelera la desaparición de este inigualable registro fósil.

Nota completa en la edición N° 65 de Ecos Puntaltenses, producto de la Cooperativa de Trabajo Ecomedios. Todos los derechos compartidos.

Categoría: Local
2021-09-16 15:30:56
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