En la ciudad de Bahía Blanca funciona el Consejo Cultural Consultivo (CCC), un órgano asesor en política cultural municipal que representa artistas y trabajadores de la cultura, con el objetivo que la actividad crezca y sea más valorada, conocida y sostenida en el tiempo.

Con incumbencia en todos los temas que tengan que ver con expresiones artísticas y culturales, el CCC está representado por un consejero y dos asesores, elegidos democráticamente en asamblea, para cada una de las cuatro ramas artísticas: Música, Artes Escénicas, Literatura y Artes Visuales, Audiovisuales y Artesanía.

“Su función es asesorar al director del Instituto Cultural respecto de las políticas culturales de la ciudad, que se desarrollen de manera temporal o permanente. Los artistas locales y agrupaciones de trabajadores de la cultura concurren a asambleas de área y asambleas generales en las que se desarrollan nutridos debates de una agenda de inquietudes culturales, en torno a la política cultural local”,  explicó una de las asesoras del área de Música del Consejo Cultural Consultivo, Marianela Pacheco.

Herramienta de construcción histórica

En la actualidad, uno de los temas en los que el órgano hace foco es la democratización de las contrataciones a los artistas de la ciudad y la equidad de convocatorias respecto a las áreas que se tienen en cuenta para los eventos propuestos por la gestión política.

“Esto significa profundizar el acceso a la cultura desde una representatividad y visibilización de la cultura existente con datos abiertos y transparencia. Para ello se trabajará en convocatorias abiertas donde los funcionarios deberán ser responsables frente a sus decisiones de gestión y dar cuenta de las inversiones al respecto”, explicó.

Por otro lado: “José Casali al momento de asumir su puesto, se comprometió a reconstruir la red de talleres que en el 2018 vació la administración de Roselló. Esta gestión del CCC está mandatada para profundizar ese compromiso y poner sobre la mesa las necesidades de la comunidad local”, dijo.

Y, siguiendo esa línea, continuó: “Se trabaja en esa dirección a través de reuniones que arriben a propuestas más concretas respecto de la necesidad de políticas que tengan mayor incumbencia en otras áreas más vinculadas a lo social, a la revalorización de determinadas prácticas culturales, por ejemplo, en los barrios o poblaciones más ligadas a lo juvenil e infantil”.

Sumado a eso, bregar por el cuidado de los derechos laborales de los y las artistas, y garantizar el acceso a políticas culturales comunitarias que estén enraizadas en la sociedad. “Es decir, la cultura no necesita transporte, necesita medios que amplifiquen y visibilicen su existencia como tal. La cultura no se fabrica, no es necesario llevarle a la comunidad lo que significa, sino investigar qué es lo que aquella valora como cultura”, detalló en diálogo con El Digital de Bahía.

Conocer, valorizar y compartir

A nivel local hay muchas actividades culturales. “Con el tiempo se han ido desarrollando, pero creo que es notable que no se tiene la dimensión del trabajo colectivo que originan beneficios para toda la comunidad. Las gestiones políticas manejan una política a discreción, cuyo marco legal garantiza la continuidad de convocatorias abiertas como lo han sido el Fondo Municipal de las Artes, Eventos Permanentes, Espacios Culturales Independientes”, contó.

Estos apoyos: “Surgieron en el seno del Consejo Cultural Consultivo, luego del trabajo de muchas y muchos compañeros y compañeras que han brindado su tiempo para la gestación de los marcos legales que garantizan dichas convocatorias, que posibilitan la realización de muchísimas propuestas”, reflexionó.

“La falta de consciencia respecto de cómo y en dónde se originan estas convocatorias, genera un sesgo histórico que corrompe el recorrido necesario para garantizar este tipo de accesos y las posibilidades de contar con apoyos de financiamiento a las actividades culturales”, agregó.

La invitación a ser parte de las reuniones del Consejo Cultural Consultivo está siempre abierta. “Me gustaría convocar a habitar estos espacios, a acercarse, escuchar, compartir e interiorizarse más acerca de los trabajos que se hacen. Se necesitan, además de ideas, personas involucradas con ganas de construir y dar flujo al funcionamiento colectivo, para que también los mandatos de asamblea sean representativos y estén más situados en las necesidades de la comunidad cultural”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer más sobre el trabajo del CCC, sus iniciativas o fechas y horarios de los encuentros, pueden visitar su Facebook o Instagram.