Taller de Soñadores es un oratorio perteneciente a la casa salesiana La Piedad. Nació en 2010, con estudiantes de las universidades de Bahía Blanca, que ofrecen su trabajo voluntario como animadores y animadoras.

Su objetivo inicial fue generar un espacio lúdico, de contención y merendero inspirado en el sistema preventivo, que usó Don Bosco en su época. En la actualidad los objetivos permanecen, pero se les suman algunos más: Desde la pandemia por Covid-19, las y los voluntarios comenzaron a construir redes con la comunidad y las instituciones, para abordar en conjunto las situaciones que se presentan en el barrio.

Una de las coordinadoras del Taller, Lucía Araneda, afirmó: “Para nosotros, es fundamental el rol de la familia en todo lo que hacemos. Creemos necesario que el oratorio sea un espacio donde las familias puedan sentirse contenidas, cuidadas, acompañadas y queridas. Taller de Soñadores apunta a potenciar las características básicas del oratorio, que es ser casa”.

“La situación en el barrio es crítica. Muchas de las familias son asistidas por el comedor del barrio, o por nosotros, con alimentos, y cualquier cosa que pudiéramos conseguir que necesiten. En el oratorio se escuchan muchas situaciones de violencia, abusos, maltrato, abandono”, expresó la referente del grupo.

En esa línea, contó que muchas de las personas adultas que se acercan, no cuentan con un trabajo formal y viven en situación de vulnerabilidad: “Se siente un aire de bronca, enojo, tristeza, incertidumbre y miedo por el futuro”.

Espacio de encuentro

“El oratorio Taller de Soñadores es importante por lo que genera en cada una de las personas que participan. Para los animadores, los pibes y las familias es un lugar seguro donde se sienten acompañados, cuidados y queridos. Es muy importante para la comunidad de Villa Nocito todo lo que el oratorio construye con ella. Que no solo es dónde ir a tomar la merienda. Es donde juegan, donde los escuchan, donde aprenden”, expuso Araneda.

Actualmente, del espacio participan entre sesenta y setenta niños y niñas. Las y los animadores, en su mayoría, son chicos y chicas que crecieron asistiendo a las actividades de la entidad. En diálogo con El Digital de Bahía, Araneda indicó que “eso les da una perspectiva más cercana a cada realidad que se les presenta semana a semana”.

Trabajo sostenido

El oratorio funciona los días sábado. Allí, se dividen las actividades en tres grupos de edades: Niños y niñas de hasta siete años; de ocho a once; y de doce a dieciséis. Mensualmente se realiza un diagnóstico donde pactan qué temas o problemáticas van a trabajar, siempre siguiendo un hilo conductor en cada etapa.

Por la mañana, y en conjunto con la agrupación Los Pibes de Don Bosco 23 chicos y chicas participan del proyecto Todos al agua donde se utiliza la Natación como medio para el desarrollo integral, desde lo físico, como desarrollo de capacidades físicas y habilidades acuáticas, hasta lo conductual, ayudando a que interactúen y se vinculen socialmente con otros niños, niñas y ámbitos.

Asimismo, todas las semanas tienen una reunión donde desarrollan un cronograma con horarios y actividades.

“Uno de nuestros proyectos de acá a fin de año, es la próxima convocatoria de animadores que se realizará en octubre. Podrán participar personas de toda Bahía Blanca que tengan ganas de conocer el oratorio”, informó la referente, y concluyó: “Siempre tenemos como prioridad seguir agrandando nuestra familia. Desde la Casa Salesiana La Piedad, se están haciendo arreglos a la infraestructura del espacio, para que los pibes tengan un lugar lindo donde estar”.

Para más información, se pueden consultar las redes sociales de Taller de Soñadores.