El «Grupo Solidario Familia Feliz» reafirmó su compromiso con los sectores más vulnerables al renovarse como comedor y merendero durante los meses más críticos de la pandemia por Covid-19.

Si bien, en sus inicios, se consolidaron como un grupo solidario que asistía a alrededor de 1200 familias en diferentes barrios de la ciudad, con la implementación del periodo de aislamiento tomaron la determinación de renovar sus actividades.

“Comenzamos cuando arrancó la pandemia, en mi casa de Brickman 3122. En el pico más alto cocinábamos 600 viandas, hoy por hoy tenemos 85 familias, un total de 425 viandas”, contó la coordinadora del Comedor, Raquel Bernardi. En la sede se entregan meriendas los martes miércoles y viernes, y martes y jueves comida.

Bernardi afirmó que cada vez es más difícil acceder a los elementos necesarios para prestar ese servicio. “Lo hacemos todo a pulmón, quienes pueden venir a colaborar, vienen. Sino trabajamos solas con mi hija. Terminamos cansadas, pero es nuestro compromiso, la gente nos necesita”.

Además, explicó que durante los últimos meses disminuyeron considerablemente las donaciones de agrupaciones y personas particulares: “Se ve que la situación repercutió en la gente, porque ya no recibimos tanta ayuda. A veces nos acercaban una bolsita de productos, y eso sumaba. Pero eso se cortó. Está todo muy difícil, pero la gente tiene hambre y tenemos que seguir ayudando”, enfatizó, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios.

Actualmente solo cuentan con la colaboración de la Ong Creando Puentes, y cada dos semanas reciben a un grupo de camioneros que llevan una olla popular de guiso para todas las personas que se acerquen al lugar.

“Nos gustaría que el municipio nos diera las cosas, porque el resto lo hacemos nosotras. Empezaron a mandar bolsones en agosto del año pasado, cada quince días, pero es insuficiente. Pedimos que manden más cantidad, enviamos planillas para que vean la cantidad de gente que tenemos, pero no hay respuesta”, señaló.

“Nos cuesta mucho. Solamente paramos en enero unos días por tener Coronavirus, pero pudimos volver a abrir y seguimos junto a la gente. Estamos todos los días acá, atendemos gente de los barrios Evita, Moresino, Spurr, Villa Serra, Talleres, de todos lados”, enumeró la coordinadora, y explicó que  “a veces hacemos ferias donde se venden a $40 las prendas, para juntar dinero para comprar verduras, carnes, grasa y harina, que es lo que más usamos”

A pesar de las dificultades, Bernardi continúa trabajando y generando proyectos pensando en el futuro del espacio. “Hasta hace un tiempo cocinábamos en mi cocina; ahora tenemos dos adentro del merendero. Estamos juntando material para hacer una parte nueva. Sé que a futuro va a seguir funcionando para la gente, quiero hacer una biblioteca pública porque acá no hay, y capacitaciones con salida laboral”

Las donaciones se reciben en su sede de Brickman 3122, o se pueden coordinar a través de su página de Facebook  o por teléfono al 0291 644-3601.