Puesteros y puesteras del Mercado Municipal reclaman al Municipio la falta de respuestas ante sus peticiones de volver a poner en funcionamiento la cochera del establecimiento, lo cual facilitaría el acceso de clientes.

El estacionamiento fue cerrado hace un año y medio por la pandemia, ya que el personal que estaba afectado pudo acoplarse a la licencia que le correspondía, y no volvió a abrirse. Luego de varios reclamos ante las autoridades pertinentes, donde se accedió a una petición por parte de los comerciantes, no se ha puesto en funcionamiento.

“Nos reunimos con Martín Moyano y la directora del Mercado, y nos dijeron que iban a abrirla cobrando estacionamiento medido y pago. No nos gustó la idea porque no es algo que beneficie a los clientes; todos los supermercados tienen su estacionamiento”, expresó la puestera Débora Gentili, y agregó que “en abril pedimos un periodo de gracia desde que estacionan hasta que empieza a cobrar el parquímetro, y estamos en agosto y todavía no pasó nada”.

La medida, además de obstaculizar al tránsito de clientela, afecta a proveedores y a las y los comerciantes que tampoco pueden utilizar la calle para estacionar sus vehículos, o realizar cargas y descargas.

Gentili, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, afirmó que “no hay una lógica para lo que hacen. Prohíben el estacionamiento, dicen que van a peatonalizar pero no se sabe cuándo, que poner un polo gastronómico cuando no hay hace tres años. El sábado pusieron multas a la gente que se estacionaba, y esa gente ya no vuelve más”.

“Amamos al Mercado, es un lugar histórico y la mayoría estamos hace años. Y la gente no viene por todos los cambios que se están haciendo. La intención del bahiense es no caminar, no tenemos buena frecuencia del transporte, y es carísimo. No quieren que vengan en auto, ni en colectivo… ¿Qué hacemos con los negocios del centro?. Muchos clientes eran estudiantes, y ya no vienen a cursar. La gente grande no quiere salir de su departamento”, explicó la referente.

A la situación se suma la exigencia por parte del municipio de cumplir un horario, y ningún tipo de apoyo en el pago de las boletas, alquileres o expensas, que cada comerciante abona por el espacio que ocupa su local. A pesar de que algunos lograron reinventarse sumando la opción del delivery, Gentili defiende que la clientela tiene derecho a ir a ver la mercadería, y elegir qué y dónde comprar.

Fotos portada e interior, tomadas de la página Bahía Caótica