El jueves 13 de enero, en horas de la noche, vecinos y vecinas de la reserva que protege el Patrimonio Verde Urbano de Bahía Blanca detectaron un foco de incendio que avanzó por acción del viento.

Luego de la llamada al 911, la comunidad vecinal comenzó a intentar apagar el fuego con baldes de agua, a la espera activa de que llegaran los bomberos.

El espacio afectado se trata de un Jardín de Nativas, particularmente la zona de los Caldenes, donde también hay vegetación asociada como algarrobos, espinillos, chañares, zampa crespa, llao-llín, y muchas herbáceas y enredaderas, además de fauna.

“El lugar supuestamente está protegido, porque tiene una Ordenanza Municipal. El tema es que cada vez que llega el verano pasa esto. Los bomberos tardan mucho en llegar, siempre somos mi marido y yo, y algún otro vecino, porque hay muchos que no quieren a los árboles”, contó Yamila, la vecina que dio alerta sobre la emergencia.

Además, afirmó que “hace unos años había un cuidador adentro del parque, pero ahora esto quedo en manos de nadie. No hay control de nada, la gente viene a tirar basura, a veces la queman, es un desastre. Hemos ido a hablar con la gente de Parques, pero no hacen nada”.

La importancia de un entorno controlado

El incendio creció por acción del viento, y se dirigía en dirección al Parque de la Ciudad, donde hay gran presencia de eucaliptos. La mayor preocupación de las y los vecinos son los pastizales que preservan la humedad del suelo, pero que también actúan como combustible ante estas situaciones.

“Entiendo su función, pero debería hacerse una zanja, o algo, para que no avance el fuego, para que no pase lo mismo todos los veranos. Es nuestro patrimonio. Queremos que vengan y lo cuiden, que lo protejan. En la ciudad hay pocos espacios verdes, por eso nos da bronca que no se cuide. Es un lugar que nos tendría que importar a todos. No sé para qué ponen el cartel con la Ordenanza si después ninguna autoridad va a hacer nada”, expresó Yamila, en comunicación con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios.

Sobre las consecuencias del incendio, indicó que “es triste, doloroso, horrible ver todo quemado. Los árboles tardan en recuperarse, muchos animales mueren. Amo este lugar, este espacio, pero a veces te encontrás con que mucho más no podés hacer”.

Finalmente, se sumó ayuda de los Bomberos y los grupos Mano Verde y Brigada Forestal, más vecinos y vecinas del sector.