Los artistas plásticos bahienses sostienen su labor desde sus hogares y mantienen diálogos y encuentros por plataformas virtuales

Desde el inicio de la pandemia, “tienen un grupo de Whatsapp que están todo el tiempo contactándose o haciendo video llamadas, están en contacto con sus compañeros pero extrañan un montón el juntarse a trabajar”, explicó la coordinadora del grupo, Ana Montaner.

Cada uno de los artistas trabaja en su casa, entonces Montaner les acerca el material, lo producen y luego lo pasa a buscar: “Algunos hacen cerámicas, otros van reconstruyendo y rearmando las bolsas con las que entregamos los productos que se venden y bueno seguimos así trabajando voluntariamente hasta ver qué pasa”.

Asimismo, el grupo de artistas se encuentra activo en jornadas virtuales: “Hicimos con la gente de Piel Disidente un vivo. Participamos también en la convocatoria que hizo Puerto Cultural y el viernes vamos a estar en unos conversatorios que está organizando en el Instituto Juan 23 sobre sexualidad y discapacidad y trabajo y discapacidad”.

Por el momento, “Los Chopen” poseen un lugar temporal en calle Darregueira 299 donde atienden al público, bajo los protocolos correspondientes, los viernes y sábados de 10 a 14 hs; allí montaron su taller y una pequeña tienda que les permite comercializar las obras artísticas como cerámicas, postales disidentes, delantales de cocina, manteles, chalinas, remeras, fundas de almohadones y otras opciones.

Después del exitoso estreno de su documental “El Huevo del Dinosaurio” que sigue presentándose a nivel internacional, el equipo de artistas plásticos se amolda al contexto de complejidad actual y piensa en proyectos de corto plazo. Sin embargo, el empuje de “Los Chopen” sigue en pie esperando al momento en el cual puedan seguir trascendiendo con su arte.