El grupo de salesianos continúa sus actividades en los barrios, y sumó un proyecto en común con la Agencia de Extensión Bahía Blanca, con la cual incorporarán ganancias que se destinarán a la compra de productos para los bolsones de alimentos.

“El año pasado a raíz de la pandemia, pero también de estar distribuidos en cinco capillas en la ciudad, surgió que muchas de las familias que pertenecían a estos grupos empezaron a manifestar muchas necesidades, por falta de trabajo y aislamiento”, expresó una de las colaboradoras de las actividades de la parroquia, Silvina Rochón.

Entonces, el grupo comenzó a organizar acciones solidarias con grupos de animadores voluntarios en las capillas. “Su trabajo es destacable, son jóvenes de 17 a 35 años, que se comprometieron con la realidad de esos chicos desprotegidos desde lo alimentario y lo social”, afirmó Rochón, quien explicó que a partir de esa actividad comenzaron a realizar colectas entre las y los voluntarios, y luego a hacerlas de forma regular, pidiendo aportes a la comunidad en general.

“En un momento habían empezado a repartir bolsones desde la municipalidad, pero vimos que esos bolsones no abastecían las necesidades de la gente, ni cubrían a todos. Así que desde la parroquia se propuso abrir una cuenta en la que la gente podía aportar, y con ese dinero se armaban los bolsones. Se sumó gente de toda la familia salesiana, acompañamos a Cáritas y a la gente de distintos barrios que se acercaba”, detalló la referente.

En cuanto a la situación social que presenciaron, Rochón especificó que lo más duro fue ver cómo gente que siempre había tenido trabajo tuvo que recurrir a centros de asistencia para llevar comida a su casa: “Mucha gente se quedó sin trabajo de un día para el otro, que estaba acostumbrada a ir a trabajar y tener un sueldo, que nunca había  pedido. Ellos eran los que empezaron a pasar hambre. Empezaron a acercarse a los comedores, y era la que más ayuda necesitaba”.

Trabajo solidario y en red

Durante los meses más críticos de la pandemia, los bolsones de alimentos se armaron en La Piedad, con un grupo reducido de gente. El proyecto para este año es “abrir la red y que cada comunidad arme su bolsón con sus referentes, para que se repartan desde cada capilla. Queremos, además, ir creando un vínculo y acompañar a las personas más de cerca”, explicó Rochón, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios.

Además, continuarán entregando lavandina gracias al trabajo que se lleva a cabo en el patio de La Piedad, en el que se fracciona el cloro que envían desde el Polo Petroquímico y se reparten 800 litros por mes.

“El INTA está trabajando hace unos años con horticultores de la zona del Sauce, y venden verdura los martes y viernes en el Centro de Ex-alumnos de calle Avellaneda, a precios accesibles. Son bolsones de verdura fresca y buena, y eso ayuda también a los productores”, indicó Rochón, y agregó que durante el año pasado el instituto colaboró con los grupos salesianos vendiendo productos a precios accesibles y realizando donaciones.

La iniciativa que comenzó el 10 de mayo consistirá en “dar un pasito más. Nos dan la posibilidad de que un viernes cada 15 días, parte de la ganancia de los bolsones irá para los nuestros”.

En ese intercambio, las y los voluntarios de La Piedad ayudarán en la campaña de difusión, el reparto y cobro de los bolsones, y un porcentaje de esa ganancia se sumará a su cuenta bancaria, o se entregará su equivalente en verduras.

Por último, este la campaña suma nuevas modalidades de donación o colaboraciones, que puede ser de manera mensual, en la la página oficial de «Salesianos Bahía» se puede conocer los valores y las formas.