El Taller de Huerta realizado ayer por las agrupaciones CreeSer e Integrar, en articulación con el voluntariado del Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional del Sur ‘Huertas escolares’ fue el inicio de una serie de actividades que las tres instituciones desarrollarán en común.

CreeSer, una ONG que trabaja desde el 2010 con personas en situación de discapacidad, actualmente acompaña a casi 40 niñas, niños, jóvenes, adultos y adultas. Junto a Integrar, recibieron el apoyo de comercios de la ciudad para que el taller se desarrolle en forma gratuita.

Su coordinadora, Graciela Guerra, expresó: “en esta oportunidad trabajamos de forma articulada con diversas ONG de la ciudad que tienen la misma misión que nosotros, que es encontrar un espacio propicio para aquellas personas que tienen una diversidad funcional y no encuentran un lugar”.

El taller de Huerta, encabezado por el referente en el tema Damián Belladonna, reunió a trece personas sin discapacidad y doce en situación de discapacidad, y brindó información teórica y práctica sobre plantación de semillas y huerta en cajones.

“La idea es que sea accesible, y que el espacio sea para todos”, afirmó Guerra, en diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, y agregó que “realmente fue un éxito. Todos estaban muy entusiasmados, fueron familiares de los chicos y personas de la comunidad que no tienen relación con personas en situación de capacidad”.

Cada integrante del grupo se llevó semillas plantadas, y se creó un grupo de WhatsApp en el cual podrán compartir la experiencia y hacer consultas sobre el proceso de germinación y crecimiento de las plantas.

Con proyección a futuro

Este año, el Departamento de Agronomía ganó un proyecto de Huertas que se llevará a cabo en su espacio. En ese marco, a partir del mes de marzo del 2022 la ONG e Integrar concurrirán de forma semanal con las y los jóvenes voluntarios, para capacitarse.

“La actividad de ayer fue solo el inicio. En marzo se van a poder inscribir más personas, y va a tener continuidad. Vamos a seguir en contacto con Huertas Escolares, y acordamos que en nuestra nueva sede de Mitre y Cuyo vamos a trabajar en un espacio para tener una huerta, y que nuestros jóvenes puedan  aprender, cuidarla, y que la puedan replicar en sus hogares”, afirmó Guerra.

Además, remarcó que “el beneficio de la huerta es el bajo costo y, en el caso de nuestros jóvenes, lograr autonomía, y autodeterminación de tener sus propios alimentos. Que sea un alimento sano, y más allá de todo colaborar en la economía familiar, ya que también puede generar fuentes de trabajo”.

Para conocer sobre las próximas actividades sociales y culturales de la ONG, se puede acceder a su perfil en Facebook.