El Espacio de Trabajo por la Soberanía Alimentaria –ETSA- está presente en tres centros comunitarios bahienses para realizar huertas que permitan tener alimentos propios.

La iniciativa, que fue seleccionada por la Convocatoria de Puntos de Cultura que llevó a cabo el Ministerio de Cultura, comenzó a concretarse en enero.

“El 1° de febrero se inició el trabajo con alrededor de 30 voluntarios y voluntarias, en tres de los lugares que habíamos presentado; Pintando Sonrisas, el Centro Comunitario San Ignacio de Loyola y El Meren. Todavía no pudimos empezar en Envión Spurr por situaciones ligadas al Covid-19”, explicó una de las integrantes de ETSA, Selva Cuppari.

“Nosotros lo íbamos a llevar a cabo, teniendo el subsidio o no. Seguro que juntando el dinero por otro medio, pero ya habíamos decidido hacerlo”, afirmó. Actualmente están en el período de armado de huertas de otoño-invierno, asistiendo los sábados a los espacios para continuar con el acondicionamiento.

Cuppari, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios, indicó que “en el Loyola tuvimos que empezar de cero; limpiamos y preparamos el espacio para una huerta de 12 por 12 metros y hasta el momento sembramos acelga, brócoli, coliflor, repollo, habas, arvejas y aromáticas. En Pintando Sonrisas estamos haciendo huerta en cajones, y el Meren retomó la huerta que se había iniciado en el 2018”

“Lo que está pasando en los barrios es que las familias no se acercan tanto a hacer la huerta en sí, pero nos vienen a consultar cómo conseguir los elementos para hacerlas en sus propias casas”, contó la voluntaria.

Y agregó que “de alguna manera, las huertas de los centros comunitarios son demostrativas. Estamos tratando de articular con las familias, que es nuestro fin; más allá de compartir un momento los sábados, que a nivel comunitario es un montón, queremos que sirva de incentivo para que vean que es algo factible”

Si bien el subsidio fue tramitado por ETSA, también cuentan con el proyecto de voluntariado de extensión de la Universidad Nacional del Sur. Además, están trabajando en conjunto con el Jardín Botánico, que brindó una gran cantidad de compost, y con el programa Pro Huerta del INTA Bahía Blanca.

“Tenemos una promotora que se encarga de que tengamos semillas y lo que necesitemos y también les brindaron, a quienes estaban interesados, cuatro encuentros virtuales como parte de un intercambio de saberes que abordó desde la siembra, hasta la cosecha”, explicó Cuppari.

El grupo invita a participar de la iniciativa, sumándose como voluntarios o voluntarias, para que el proyecto de las huertas comunitarias continúe creciendo y abarque a más familias.

El número de contacto de Cuppari es 291-4041833, o a través de sus redes sociales.