Lejos de ser una práctica cultural de celebración, para las personas con autismo y sus familias, los fuegos artificiales son una pesadilla.

El gobierno municipal de Bahía Blanca rectificó en diciembre la ordenanza N° 11252 que prohíbe el uso, acopio y la comercialización de pirotecnia.

Asimismo, las organizaciones e instituciones abocadas al tema, vienen trabajando comprometidamente en la concientización. Bajo lemas como #BahíaSinPirotecnia o “Bahía contra la pirotecnia”, se continúan realizando campañas de sensibilización a la comunidad.

Cooperativa de Trabajo EcoMedios se comunicó con la representante de la Asociación Familias Condición Espectro Autista (Afacea) e integrante del Comité de Autismo Bahía Blanca, Pamela Moya.

“En general, las personas con autismo tienen una gran sensibilidad a los sonidos. Esto lo que hace es que para ellos el ruido sea muy fuerte y tengan un estímulo exterior que no pueden comprender de manera adecuada”, expresó Moya.

Durante el festejo de año nuevo se procurará el incremento de los controles para detectar faltas o incumplimientos a la normativa que declara la prohibición total de la pirotecnia en el partido de Bahía Blanca.

“Imaginate lo que es sentir el estallido de la pirotecnia. En muchos casos las personas no pueden explicar lo que les está pasando y tampoco pueden entender lo que sucede afuera. Hay muchos niveles de crisis que se generan y esto hace que las familias tengan que tomar medidas antes de las fiestas”, contó Moya.

Según establece la ordenanza N° 11252, está prohibida “la fabricación, tenencia, guarda, acopio, depósito, venta o cualquier otra modalidad de comercialización mayorista o minorista y el uso particular de elementos de pirotecnia y cohetería”.