El 18 de octubre se realizó la ceremonia de premiación a las instituciones educativas que participaron del Programa Bahía Se Para. La actividad tuvo el objetivo de educar, motivar y concientizar a niños y niñas en la reducción y clasificación de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU).

La iniciativa fue llevada a cabo por la Subsecretaría de Gestión Ambiental, a través del Departamento de Saneamiento Ambiental, y la División Ecológica Urbana, con el apoyo de la Dirección General de Educación.

“La idea de este concurso tenía que ver con tomar esta temática, y fomentar la participación de las instituciones educativas, teniendo en cuenta el concepto de economía circular; reducir, separar, clasificar y reutilizar”, contó una de las referentes del proyecto, la bióloga Mirna Damiani: “También buscamos involucrar tanto a los chicos como a los adultos en lo que es tomar conciencia de esta problemática, y realizar una obra escultórica a partir de los residuos”.

Bahía Se Para inició el 3 de julio, Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, y concluyó el 18 de octubre, Día Mundial de la Protección de la Naturaleza. En ese marco, se fomentó que las esculturas tengan relación a los residuos, y a la afectación de la naturaleza, la fauna y el ambiente en general.

Participación activa

Del concurso participaron once instituciones educativas de nivel primario, entre entidades públicas y privadas.

“Estamos muy contentos porque la respuesta fue muy buena. Cada vez que recibíamos una de las esculturas, venían muy emocionados, contentos con sus realizaciones. Esperamos que el año que viene podamos continuar y ampliar a otros niveles educativos, para que se sume más gente”, afirmó Damiani.

Además, remarcó que “es una hermosa experiencia, y todos agradecieron el hecho de trabajar no solo con docentes y chicos, sino que también se involucraron las familias, desde juntar los residuos, separarlos, y en la generación de ideas”.

Las propuestas abordaron temáticas como la problemática de la fauna silvestre autóctona por la presencia de residuos en su ambiente, la protección de la naturaleza, y el impacto del ser humano en el entorno, tanto en términos de destrucción como de cuidado.

Dentro de los materiales utilizados estuvieron las latas, botellas, tapitas, distintos tipos de plásticos, cartones, casettes, y CDs: “Han hecho unas obras interesantísimas con muchos elementos que tenemos en casa, pero que han sabido plasmar”, aseguró la referente.

Si bien todas las participaciones fueron premiadas, tres obras fueron las ganadoras, elegidas por el jurado compuesto por el Subsecretario de Gestión Ambiental, Gastón Lucatini, la Directora de Educación Romina Ayala y la artista Paula Di Canto: ‘Gaviota cangrejera’, de la Escuela Primaria Nº 21 de Ingeniero White; ‘El mundo con auriculares, pala y escoba’, de la Escuela Primaria Nº 18; y ‘La ira de la naturaleza’, del Colegio del Buen Ayre.

Todas las obras estarán en exposición en el Museo de Ciencias, Castelli 3700, hasta fines de octubre: “La idea es que no queden como algo que se hizo para el concurso y nada más, sino que la comunidad las pueda conocer, y ver los trabajos de los chicos”, concluyó Damiani.