La ONG Sílice trabaja con el foco puesto en la situación ambiental del Sudoeste Bonaerense, incluyendo a los partidos de Bahía Blanca y Coronel Rosales. Con un marco teórico signado por el conservacionismo, abogan por la protección de diferentes ecosistemas de la región.

Si bien la agrupación se conformó en agosto del corriente año, sus referentes trabajan hace años en el sistema de áreas protegidas. Una de sus fundadoras, la educadora ambiental Patricia González, indicó que “la ONG no es el impulso de un día, sino el producto de muchos años de ver esta degradación sistemática del ambiente. Una degradación que pudimos ver muy de cerca”.

“Nos dimos cuenta que no nos alcanza el trabajo que hemos intentado hacer, y encontramos la necesidad de tener una participación ciudadana más profunda, e invitar a otros y otras a aportar desde un lugar más amplio”, afirmó.

 Actualmente, el grupo ya cuenta con la participación de docentes, técnicos y técnicas ambientales, y guías de turismo de la región, ya que su foco está puesto en el Sudoeste Bonaerense. Su principal preocupación es el avance de la crisis ambiental, y el hecho de que las áreas protegidas, espacios que la humanidad creó para el resguardo de la biodiversidad, no cuentan con mayor cuidado que otros ecosistemas.

En diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, González resaltó que “el foco está puesto en atender estos espacios, porque vemos que los últimos reductos para el resguardo de la biodiversidad están agonizando. Y, si no se hace algo pronto, esta agonía se profundizará”.

Bases y proyectos

La referente citó a Claudio Campaña al postular que “la extinción de una especie no es el fallecimiento de un grupo de individuos. Es la desaparición a perpetuidad de toda la especie y sus adaptaciones. Queda un vacío y es para siempre. ¿Qué nos queda por hacer?”.

En ese marco, definió que la ONG Sílice se apoya sobre tres pilares fundamentales. El primero, consiste en construir un discurso colectivo que recupere el modelo conservacionista, a partir del cuestionamiento del modelo de desarrollo sostenible, al cual “entendemos como una trampa, porque el desarrollismo ya estaba decidido en forma de crecimiento ilimitado, y la sostenibilidad fue una excusa para atrapar a los conservacionistas”.

“Queremos construir un discurso que ponga en tensión al sistema imperante. Una de las críticas a los conservacionistas es que son extremistas, pero no se cuestiona el extremismo que tiene el extractivismo que elimina especies sin contemplaciones”, reflexionó.

En segundo lugar, González aseveró que pedirán respuestas, a través de informes ambientales, al Ministerio de Ambiente y Prefectura Naval sobre el estuario, y a los Municipios de Bahía Blanca y Coronel Rosales respecto al uso de las playas. Una vez que las reciban, el equipo analizará la información para generar acciones que beneficien al medio ambiente.

Finalmente, González expuso: “Un camino que tenemos muy en claro y que nos interesa particularmente, es la ratificación por Ley de la Reserva del Islote de la Gaviota Cangrejera”.

Un espacio natural vulnerado

Ubicado en Ingeniero White, el Islote fue declarado Reserva Natural, a través de un decreto, en 2011 y tenía dos años para ser ratificada por Ley, pero perdió estado parlamentario. Luego de varios intentos, el proyecto cuenta, en la actualidad, con media sanción por parte del Senado de la Provincia, pero aún falta la aprobación de la Cámara de Diputados.

“Nosotros pedimos, y vamos a trabajar, para que salga en forma inmediata, porque en ese lugar vive la gaviota cangrejera, que nidifica un setenta por ciento en este islote. Creemos que no es casual que no haya sido ratificada por Ley, porque hay un gran movimiento portuario, y una reserva natural molesta porque requiere determinadas condiciones”, expuso.

En esa línea, agregó que “también pedimos que el proyecto la declare Reserva Integral, como se había planteado en un primer momento, e implica una protección mayor. Significa que ahí solamente se puede hacer investigación, porque entendemos que esa Reserva está en un lugar que recibe una presión constante de su uso por sus actividades portuarias, su cercanía a la zona urbana, y no alcanza que sea de uso público o educativo, porque cualquier cosa va a impactar en la especie”.

No al ecocidio  

“Sabemos que, por el tipo de discurso, no vamos a ser populares. Tampoco queremos ningún tipo de subsidio local, así que por el momento lo estamos financiando de nuestros bolsillos”, aseguró la referente, y enfatizó: “Como sociedad, nos vamos acostumbrando a la marcha de la extinción anunciada, y necesitamos ocuparnos de las causas. Pero haremos todo lo que este a nuestro alcance como ciudadanos por el derecho de exigir un ambiente sano, porque buscamos que se termine esta extinción masiva de especies”.

A modo de conclusión, postuló que “así, como dijimos no a la tortura, a la esclavitud, a la violencia y al femicidio, vamos a decir no al ecocidio. Y al mismo tiempo decimos sí al resguardo, al sostenimiento de la diversidad de especies y al ecosistema, y lo hacemos sin justificaciones. Porque la naturaleza no tiene que justificarse, hay que cuidarla porque si, porque no hay derecho a destruirla”.

Para más información sobre el trabajo de la ONG, y próximas actividades, puede consultarse su página de Instagram, o contactarse a través del mail silice.ong@gmail.com, o al número 291 4747779.