Investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía –IADO- crearon una plataforma en la que cualquier persona puede subir una fotografía de un asentamiento de ostras, junto con las coordenadas del lugar, para facilitar la posibilidad de realizar campañas de tratamiento.

La coordinadora de la iniciativa, Sandra Fiori, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios, explicó que la idea surgió del trabajo que vienen realizando respecto a las ostras, desde tareas de difusión a registro de las zonas más afectadas.

A partir de la Mesa de las Ostras que hicieron en 2019, recibieron mucha información y pensaron en elaborar un registro en el que las personas y agrupaciones que tienen acceso a esos lugares, puedan participar activamente brindando datos y localizando los asentamientos.

“No solo la gente necesita más información, sino que hay muchos que tienen un registro de ostras en lugares en donde el IADO no puede acceder con su embarcación”, afirmó Fiori.

“En principio se pensó en crear una aplicación para celulares, pero durante la pandemia desarrollamos la página web allí hay información sobre el tema, y pestañas en las que la gente puede participar, decir dónde las vieron, para armar un mapa de conflictos y distribución de la especie”, aclaró.

Se lanzó en diciembre pasado, con el objetivo de aprovechar los meses de la temporada estival, pero Fiori remarcó que aún se encuentra en construcción. “Ahora queremos que sea más amigable, que la gente pueda sacar una foto y ya tenga las coordenadas, que sea más fácil y mejore desde la estética a la funcionalidad”, expresó. Sin embargo, remarcó que ya registraron muchas visitas y que, por el momento, funciona muy bien.

Entra en la plataforma y participa del registro

Un problema serio

La problemática de las ostras comenzó en la década de los 80, cuando las introdujeron ilegalmente al país, en la Bahía de San Blas. Al tratarse de una especie exótica, impactó en el medio ambiente, y continuó creciendo gracias a su adaptación al entorno. Enseguida comenzaron a afectar a las ostras nativas, que no tienen un crecimiento tan rápido y por eso son más difíciles de comercializar.

“La ostra exótica se instaló y empezó a multiplicarse. Del 2010 hasta ahora, en la parte costera en la zonas portuarias, está desplazando a especies nativas”, afirmó la investigadora. Además, afecta la alimentación de las aves, a las personas que las buscan por ser comestibles pero absorben desechos industriales, afectan al desarrollo de actividades náuticas y que empezaron a colonizar los fondos blancos., entre otros.

La ostra se asentaba en los lugares duros, de los cuales no hay muchos en el estuario de Bahía Blanca, ya que los que hay, son artificiales. “Nos dimos cuenta que avanzó mucho sobre la basura, ese es su punto de ingreso”, explicó Fiori.

“El mapa nos va a permitir ver cómo avanza en los lugares más internos del estuario, y hacer campañas para erradicarlas lo antes posible, porque cada vez es más difícil”, informó, y agregó que “La idea es involucrar a la gente que está preocupada por la temática, ya que es positivo que cualquier decisión de manejo sea consensuada”.

Buscan que proyecto crezca, con un enfoque local que permita conocer qué está pasando en el estuario. Con el tiempo podría servir, también, para registrar y reconocer otras especies problemáticas de la zona.