La edificación, que tiene como objetivo llegar a ser un salón de usos múltiples para el barrio, estará íntegramente construida con aproximadamente 70.000 botellas de vidrio que son donadas por vecinos y vecinas bahienses.

“La idea inicial era hacer un cantero con botellas, y por una iniciativa de mi hija de publicar en Facebook que necesitábamos botellas, empezaron a llegar y decidimos realizar toda la construcción con ellas”, explicó el responsable del espacio, José Vivas que, junto a su mujer Doris Espinoza, realizan tareas solidarias desde hace más de diez años.

Vivas, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios, afirmó que “trabajo hace muchos años en la construcción, con varios materiales, pero nunca había trabajado con botellas. Vi en internet las cosas que se hacían, y planifiqué y diagramé el desarrollo: es una construcción económica, con material reciclado, que es calurosa en invierno y fresca en verano, con una gran entrada de luz”.

“Nosotros, con mi familia, repartimos viandas a la gente en situación de calle hace casi 10 años. Con la pandemia no podíamos salir, pero surgió la posibilidad de poder adquirir ese terreno en Sócrates 3737 y empezó el proyecto de concretar un comedor propio”, contó el referente.

Los materiales, que serán utilizados para levantar el salón, dos baños y una pequeña vivienda para un cuidador, por el momento, han sido donaciones de personas particulares que se enteraron del proyecto y quisieron colaborar.

Al iniciarse en tiempos de aislamiento, cuando muchos lugares que recibían residuos se encontraban cerrados, Vivas concluyó que el emprendimiento fue una alternativa para aquellas personas que no tenían dónde dejarlos.

Un espacio, muchos sueños

El salón de usos múltiples funcionará, en primer lugar, como comedor y ropero comunitario, actividad que la familia realiza actualmente en su casa.

“Vamos a instalar una biblioteca, a dar apoyo escolar. La idea es que, en un futuro, podamos darles a los jóvenes una instrucción en distintos oficios. Ya tenemos gente comprometida que va a enseñar oficios, algunas cosas para que los jóvenes se puedan desenvolver. Que pueda ser de beneficio para todo el barrio y todo aquel que se quiera acercar”, contó Vivas.

“Tenemos un montón de proyectos, queremos que la gente se sienta parte de ese lugar, y darles herramientas para que puedan tener salida laboral y hacer deportes. También quiero implementar una huerta, es algo en lo que vengo trabajando hace cuatro años en casa, y me gustaría replicar eso en las familias; que vean resultados, y que el comedor pueda cultivar su propia comida”, aportó Espinoza.

La mujer, además, se encarga de organizar y coordinar la entrega de mercadería, ropa y donaciones para personas de los barrios Las Palmeras, 12 de octubre, 5 de abril, Villa Muñiz, Stella Maris, Villa Alegre y Grünbein.

También expresó que “nosotros desde siempre tuvimos el deseo de ayudar, y lo hicimos de acuerdo a los recursos que teníamos. Más que nada es ponerse en el lugar del otro, tener empatía y saber que uno, dando un poquito, puede cambiar la situación de una familia. El motor es ayudar al que necesita. Es algo que nos nace y nos sentimos muy bien haciéndolo. Ver que uno dese su lugar produce felicidad, algo lindo en la otra persona”.

Actualmente, la familia que lleva adelante «Casita de Cristal» recibe donación de materiales para construir “aunque sea media bolsa de cal o cemento, que ya no se va a usar, a nosotros nos sirve”, aclaró Vivas.

También apelan a la solidaridad de alguien que colabore con el traslado de materiales y donaciones, con costo más económico. Su número de contacto es 291-5101614.