Reivindicar la lactancia como responsabilidad compartida
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Con el fin de promover la lactancia materna, la Semana Mundial contribuye a la concientización de la práctica para aportar bienestar a lactantes y a la persona que amamanta.

“Proteger la lactancia, una responsabilidad compartida”, fue el lema elegido en la edición 2021, considerando de esta manera a la lactancia como un hecho cultural colectivo que requiere un abordaje intersectorial y comunitario. 

Relatos en primera persona

María José Montenegro, una de ellas, habló con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios sobre su experiencia: “Para dar la teta siempre es importante estar en un lugar cómodo y tranquilo, donde te puedas apoyar bien los brazos  y no haya muchos ruidos. No digo un silencio absoluto pero sí generar un ambiente confortable. Miranda que ya tiene un año y seis meses sigue tomando teta, pero no es su alimento principal, se distrae y juega mucho. Entonces, a veces tengo que apagar la radio o la televisión para que se concentre en lo posible en tomar la teta”.

“Como Miranda nació prematura y estuvo en Neonatología, al principio era sacarme leche en el lactario, esa leche se guardaba directamente en la heladera, a veces se la daba a las enfermeras en un ratito o a veces se frizar, dependía de la cantidad que saliera y lo que iba necesitando. En los primeros días, tomó alimento de la teta por una sonda desde la nariz, a medida que fue madurando, creciendo y tomando un poco más de fuerza la fuimos poniendo en la teta”, agregó. 

“La teta no es solo dar leche, son momentos de contacto, de calor, de mimos, de juegos, de calma. A veces por algún dolor o por alguna angustia la bebe busca la teta para sentirse acunada, acompañada. Además, la teta es algo económico, algo que se puede dar en cualquier momento siempre que las actividades de la mamá lo permitan. Por eso, es importante pensar el amamantar como un trabajo colectivo”, destacó Montenegro sobre los beneficios de la lactancia.

“Tuve la verdad que un gran apoyo de las enfermeras y los médicos del equipo de Neonatología del Hospital Privado del Sur ,que es donde nació Miri. También de alguna amiga puericultora y mucha lectura e información de otros pediatras, de la pediatra, de otras amigas que pasaron que han pasado por estas instancias”, concluyó.

Lactancias en compañía

Por su parte, Noelia Cabezón también reseñó sobre cómo fue su situación: “Cuando nació mi primer hijo, conocí a mi pediatra, era una persona muy amable, cariñosa y muy profesional que ama lo que hace. Ella me fue dando consejos sobre cómo el bebé tenía que agarrarse a la teta para saber si se estaba alimentando bien. Al principio, costó en el sentido de que era la primera vez que el cuerpo producía leche así que el bebé peleaba de alguna manera con la teta para poder sacar algo”, añadió la mamá, quien además contó que realizó un curso previamente de preparto para profundizar en el tema.

“También tuve el tema de que en algún momento se me agrietaron los pezones, lo cual fue difícil. A pesar de eso seguí dando la teta y después eso se curó. Hasta el día de hoy le doy la teta a mi hijo que tiene tres años. Con mi segundo hijo, la lactancia fue totalmente diferente porque entre mi primer hijo y el segundo hay una diferencia de un año y ocho meses, así que cuando nació ya tenía leche disponible”, explicó Cabezón. Además, valoró el rol de su compañero de vida, quien acompañó y acompaña los momentos de lactancia con respeto y cariño, haciendo que la crianza sea un asunto de pareja.

Estos testimonios demuestran en primera persona no sólo los grandes aportes nutricionales de la leche humana y los beneficios de esta práctica que fortalece integralmente el crecimiento y el desarrollo saludable de recién nacidos. También demuestran la importancia de contar con apoyo de la pareja, la familia, el personal de salud y el entorno cercano para poder llevarla a cabo.

Categoría: Salud
2021-08-30 16:38:21
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