Su objetivo principal es educar a los hombres y sus familias sobre esta enfermedad y promover la detección temprana.

El cáncer de próstata es uno de los desafíos más importantes en la salud masculina, siendo el tumor más frecuente en los hombres, y contando con un diagnóstico en etapas avanzadas de la enfermedad, en el 50% de los casos, lo cual aumenta los riesgos de mortalidad.

La campaña Noviembre Azul se centra en informar a los hombres sobre el riesgo de cáncer de próstata y la importancia de las pruebas de detección. Para ello, hacen hincapié en la detección temprana, alentando a los hombres a hablar con sus médicos y realizarse pruebas de detección, como el antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía prostática; el apoyo a quienes padecen este tipo de cáncer y a sus familias, alentándolos a buscar tratamiento y atención médica; y fomentar la investigación, para mejorar la comprensión y el tratamiento.

Tanto la Sociedad Americana de Urología como la Sociedad Argentina de Urología subrayan la importancia de la prevención y detección temprana. Se recomienda que todos los hombres comiencen a realizarse controles a partir de los 50 años. Sin embargo, es vital tener en cuenta que si existe un historial familiar de cáncer de próstata, especialmente entre padres o hermanos, se deben iniciar los controles a partir de los 40 años.

Es esencial comprender que, en muchos casos, la presencia de células malignas en la próstata no presenta síntomas evidentes. En otros casos, los síntomas pueden superponerse con problemas prostáticos benignos. Así, los síntomas más puntuales son sangre en la orina, dificultad para orinar, necesidad de orinar con frecuencia, especialmente durante la noche, chorro de orina débil o interrumpido, dolor o ardor al orinar, o malestar constante en la parte baja de la espalda, la pelvis o la parte superior de los muslos.