Las acciones de vecinos y vecinas también dan cuenta de la identidad de una comunidad. Por eso, compartimos la historia de Mariano Frascarelli, un puntaltense que, entre el 9 y el 14 de marzo de este año, realizó el cruce de los Andes a pie.

Si bien muchos de los anhelos pueden ser dejados de lado por un tiempo, en algún momento de la vida vuelven a aparecer. Esto es lo que le pasó a Mariano quien a sus 17 años ya soñaba con lograr lo que concretó a sus 50: Cruzar la Cordillera de los Andes caminando, con un año de experiencia en trekking y montañismo.

“Tengo una tía y unos primos, de origen mendocinos, que ya habían realizado el cruce en 1991 o 1992. Desde ahí, siempre por un tema de idolatría por San Martín, su gesta y haber cantado en muchas ocasiones la ‘Marcha de San Lorenzo’, tuve en mente hacerlo. A principios de este año, me contacté con una empresa que organizaba y, como las fechas me cuadraban, confirmé mi participación. A los tres o cuatro días del regreso de mis vacaciones familiares me fui para Mendoza”, comenzó.

El total del recorrido realizado fue de unos 70 km. “Igualmente la unidad de medida en la que nos basamos es el tiempo. En sí son cinco noches en la montaña. Primero llegás hasta un refugio y pasás dos noches en aclimatación a unos 3200 o 3400 mts. Al tercer día hacés una caminata de 13 hs. hasta los 4400 mts. Después viene un descenso y se caminan unas seis horas más el resto de los días, y el último son unas 10 o 12 hs. más”, detalló.

Objetivo cumplido

A Mariano nunca se le cruzó por la cabeza la idea de abandonar el recorrido y, o volver sobre sus pasos. Además, una vez que se avanza desde el primer refugio, no hay manera de volver, salvo por una emergencia; y el mismo grupo, conformado por unas 40 personas: 25 del cruce, seis guías y siete arrieros de caballos y mulas de carga, incita a seguir.

“El sostén de mi familia también fue un gran impulso. Mis hijos están acostumbrados a este tipo de locuras y mi esposa me apoyó absolutamente. Cuando volví, me surgió el deseo de escribir mi experiencia personal desde la emoción, los olores y sentimientos. Para mí fue maravilloso poder, por ejemplo, comer un asado en plena Cordillera de Los Andes”, detalló.

Como las actividades de montaña eran algo pendiente que tenía en su vida, su proyección es continuar con la actividad. “El 18 de febrero del 2023 subí por primera vez al Cerro Tres Pico, y a lo largo de ese año fui ocho veces. También hice cumbre en el volcán Lanín. Ahora estoy haciendo un curso de iniciación al montañismo, donde tenemos varias salidas en el año, y hay una posibilidad de hacer el Aconcagua. Igualmente mi experiencia pasa más por disfrutar un proceso, y conectar con la naturaleza, que por un resultado”, finalizó.