Federico y Florencia Laspiur son hermanos y juntos impulsan la marca local de gin artesanal ‘Corriendo al presente’. El proyecto, motivado desde la curiosidad, es un semillero de ideas y procesos que culminan en un producto de calidad, listo para ser disfrutado.

El emprendimiento, que comenzó en 2019, demostró lo inquietos que pueden ser los Laspiur ante las cosas que les despiertan un cierto interés: por un lado, el mundo de la destilación, que se sumó a la otra propuesta que impulsa ‘Fede’, ‘Cerveza María’; y, por el otro, los botánicos y sus encantos.

“El gin es un destilado de enebro. Ese fue el primer botánico que apareció como protagonista. Algunos los conseguimos en Bahía, porque le prestamos atención a la materia prima. Creemos que todo cuanto menos transporte o estación  tiene, a veces, es mejor. Entonces lo que podemos cosechar, lo cosechamos y el resto los conseguimos. Fuimos probando según dónde nacían esas plantas”, comenzó ‘Flor’.

Y, respecto al proceso de elaboración, él recordó: “Arranqué en el garaje de mi casa. Después me fui a vivir solo y seguí ahí. Luego pasó por la fábrica de cerveza, pero no pude habilitar ambos espacios. Ahora estamos en un lugar, tramitando la habilitación. Creemos que aún no hay nadie habilitado en la ciudad y estamos buscando poder abrir nuestra destilería legalmente, como tiene que ser”.

Una idea integral

Al enebro, lo traen del cerro ‘Piltriquitron’, de El Bolsón; al cedrón, si tienen la posibilidad de que algún vecino o vecina se los de, mejor porque le aporta frescura. La pimienta rosa la traen de Brasil; los pétalos de rosa de Alemania y los cítricos de Argentina. Además, suman raíz del regaliz, caléndula y coliandro, entre otros botánicos.

“Actualmente tenemos tres variedades de gin. Uno que se llama ‘Salta Raquel’, que es un London dry, con un perfil más clásico y más seco al paladar. Luego está  ‘Aguaribay’, que es más cítrico y tiene bastante presencia del árbol aguaribay que da el fruto de la pimienta rosa y, acá está en Parque de Mayo. En total lo forman otros 13 botánicos; Después está ‘Ramona’ que es un gin más floral, macerado con pétalos de rosa, flor de hibiscus y pomelo rosado, entre otros, 14 botánicos”, explicó ‘Flor’.

Gracias a esto, también, pudieron conocer otros productores y productoras, y que escuelas y jardines pudieran ir a conocer más sobre el proceso físico químico de destilación. “Siempre que nos invitan a dar charlas, participamos para compartir nuestra experiencia y encontramos re buena llegada. En otra oportunidad, junto con Turismo del Municipio, hubo visitas guiadas en la destilería. Estamos abiertos a compartirnos porque nos da energía”, agregó.

Expandir el alcance

El nombre ‘Corriendo al presente’ surgió de una lluvia de ideas. “Supimos que era ese porque da cuenta de una acción hacia el presente. Nosotros estamos todo el tiempo re manijas, encontrándonos, y creo que también el mundo de los botánicos nos lleva a estar constantemente conectados con la naturaleza, sintiendo y accionando, en el presente”, reflexionó ‘Fede’.

En la actualidad, el gin se comercializa en botellas de 750 ml. y de 250 ml. para quienes recién se introducen en dicho mundo y buscan empezar a probar de a poco. Además, sumaron un barril para compartir en eventos y latas. Todo en pos de la variedad de consumidores y consumidoras existentes.

“Confiamos un montón en el producto. No proyectamos largar nuevas variedades, pero es algo que está efervescente todo el tiempo. Tenemos la cervecería, entonces podemos tener al consumidor cerca. Soñamos a lo grande, pero hacemos todo paso a paso dejando que el boca a boca haga lo suyo. Queremos llegar a comercializarlo en todo el país”, finalizó él. 

Al gin artesanal de producción local se lo puede encontrar en la esquina de Newton y Pellegrini, donde está el bar de la cervecería ‘María’. Ahí, además de tenerlo tirado, está en todas sus presentaciones. Asimismo, puede disfrutarse en varios bares de la ciudad y adquirirse en distintas vinotecas. Más información en el Instagram.