Con un libro, un documental y 16 años de creaciones artísticas, los y las integrantes del grupo Los Chopen se han convertido en representantes de la cultura local y en transmisores de valores, como la igualdad y la inclusión.

De la mano de su coordinadora, Ana Montaner, la propuesta crece y se sostiene desde abril de 2007, cuando empezó con cinco integrantes y hoy cuenta con más de veinte. “Somos un taller de formación de artistas con diversidad intelectual, en pleno ejercicio de sus derechos para acceder a los mismos espacios que cualquier artista”, comenzó.

Con el arte como medio de unión, el grupo participa en distintas muestras y actividades a las que son convocados. “Me parece que cualquier actividad es una herramienta para transitar la vida de manera igual. El punto es que tenemos que tener empatía con lo que es diferente, sea lo que sea, porque cada uno transita la vida con las herramientas que la naturaleza le dio”, dijo.

Y, siguiendo esa línea, agregó: “La discapacidad no solo es física o intelectual. Hay grandes discapacidades  espirituales y humanísticas. Lo que tiene el arte es que trabajás con tu intuición, tu historia y vivencias. Hay un pensamiento lateral y visceral en la discapacidad intelectual que les posibilita dibujar o pintar naturalmente”.

Este 2023, presentaron un proyecto en el Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA) y fueron seleccionados. “Esto tiene mucho valor porque hubo gente que se interesó en estar en contacto y que, por ejemplo, podamos hacer muestras en museos o ferias. Generamos permanentemente distintas iniciativas. Trabajamos mucho”, valoró.

Inclusión a través del arte

La semilla de todo fue su hermana, ‘Pipi’ Montaner, una artista plástica con síndrome de Down. “Pintaba como los dioses. Un día, mi mamá me sugirió armar un grupo de dibujo. Yo daba clases en artes visuales y había hecho la carrera. Me enganché, como para que mi hermana tuviera una guía, con lo que consideraba que debían tener. No infantilizándola, sino tratándola como la artista y adulta que era”, recordó.

Los Chopen es una iniciativa autogestiva, que se solventa con la venta de creaciones propias, surgidas de las dos áreas que tienen: por un lado, pintura individual  y, por otro lado, La tiendita chopenera, a través de la que venden el trabajo colectivo de cerámica, remeras y manteles estampados con sus diseños, y delantales de cocina pintados.

“Hacen objetos utilitarios que es un poco lo que nos salva. Cuesta muchísimo sostener un espacio así, pero lo vamos llevando. Creo que el grupo ha logrado un prestigio dentro del colectivo artístico. Habrá gente que no cree en ellos, y no valora la calidad de los trabajos, pero hay otros que sí. De a poco, vamos demostrando más”, finalizó.

El grupo se reúne los lunes por la tarde en Chile 416, para las clases que también brindan las profesoras Mariana Laudani y María Eugenia Gutiérrez. Quienes quieran conocer más, pueden visitar el Facebook o Instagram.