La artista local Moira Buscazzo, utiliza al muralismo como un lienzo para plasmar la biodiversidad y a la ilustración como una herramienta para el aprendizaje. Respecto a lo primero, su arte cobra vida en las paredes de la ciudad, lo que enriquece el patrimonio visual.

En la actualidad, las artes visuales se han convertido en un poderoso instrumento de transformación social y ambiental. En un contexto donde la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad son temas urgentes, dicha expresión artística se erige como un instrumento invaluable para concienciar, educar y generar empatía hacia el mundo natural.

“El arte es un medio de expresión. Según las etapas de mi vida, ha tenido diferentes funciones para mí. Ha sido hasta sanador e intento, a través de un mural, una ilustración, una pintura digital o de las más tradicionales en óleo o acrílico, poder transmitir algo de lo que a mí me sucede, o algo que me gustaría que la gente valore, porque quizás no conoce”, comenzó.

Moira ha pintado, y aún lo hace, distintas aves. “Uno no tiene idea de la maravilla que vive alrededor nuestro, porque pasa desapercibido en este paisaje donde nos toca vivir. Hay un mundo mágico si se aprende a mirar un poco más. Y creo que es eso, es transmitir, poder vincular lo cotidiano y que la gente lo pueda apreciar también desde lo estético y, a partir de ahí, valorarlo y cuidarlo”, dijo.

Pasión en cada pincelada

Entre los trabajos de arte urbano que ha realizado, le es difícil elegir uno ya que la mayoría han tenido una motivación relacionada con la naturaleza. Asimismo, y dentro de esta, su principal aporte fue a la visibilización de la problemática que atraviesan los cauquenes, en especial el colorado, que están en peligro de extinción, temática que conoció por el biólogo Pablo Petracci.

“Creo que el mural ocupa un papel fundamental porque es muy democrático. Es decir, todo el mundo puede apreciarlo. No sucede lo mismo con una pintura o con las ilustraciones, que están restringidas a un público muy específico. Al arte urbano uno lo transita, lo vive, lo cuida, porque la gente aprecia que sus paredes estén pintadas y que haya un mensaje. Me parece que es un medio fantástico para poder concientizar”, afirmó.  

También, en el Jardín Botánico, de la mano de Ana María Domínguez, le facilitaron una pared. “El mural que está en el Parque Independencia es justamente un cauquén colorado, que tiene una imagen medio surrealista, porque quise jugar con esto de lo mágico y el impacto visual. Luego, Petracci me convocó para hacer un mural de los tres cauquenes que habitan en nuestro país, en Tres Arroyos porque es a donde migran en invierno. Fue una experiencia muy linda”, recordó.

Asimismo, la artista es integrante de la Asociación de Dibujantes Argentina (ADA), gracias a la que conocieron su trabajo y pudo ilustrar un manual de Ciencias Naturales, para nivel primario, de la editorial Edelvives. “Eso fue el año pasado para la provincia de Buenos Aires y este año me convocaron para también ilustrar dos más: uno para Nación y otro para CABA”, contó.

A futuro, piensa continuar con su contribución al cuidado, preservación y valoración de la biodiversidad, desde la ilustración naturalista y científica, y el muralismo. “En 2023 fuimos seleccionados por el Fondo Municipal de las Artes, con un proyecto junto al diseñador Mario Madies, para trabajar con la naturaleza del Napostá. Así que estamos armando una pieza gráfica donde habrá diferentes dibujos e ilustraciones a color. Quiero seguir trabajando para concientizar y embellecer un poco más nuestros días”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer más sobre su trabajo, pueden visitar el Instagram o su perfil en ADA.