Apasionada del proceso creativo
Anabella Lenzu 1

Al patrimonio humano lo conforman todas aquellas personas que son parte de una comunidad. Por eso, presentamos a la bailarina, coreógrafa, académica y educadora, Anabella Lenzu: una bahiense de exportación que enorgullece a la ciudad que la vio dar sus primeros pasos artísticos.  

La docente, que cuenta con más de 30 años de experiencia trabajando en Argentina, Chile, Italia y Estados Unidos, donde actualmente está radicada, este año recibió el Premio Nacional al Liderazgo Destacado en el Sector Independiente otorgado por la Organización Nacional de Educación en Danza (NDEO).

“Es  algo muy importante a nivel nacional, porque reconocen a personalidades que influencian y ayudan al desarrollo de la danza. No me lo esperaba porque mi base de trabajo es Nueva York, pero durante la pandemia desarrollé muchos programas educativos en distintas universidades. En uno de ellos, ‘The Online Choreaographic Mentorship’, tengo alumnos de todo el mundo a los que les enseño a coreografiar y a trabajar con biodanza, entre otras cuestiones”, comenzó.

La artista, además, dirige su propia compañía, Anabella Lenzu/DanceDrama (ALDD), que desde 2006 ha brindado 400 representaciones, creado 15 obras coreográficas y actuado en 100 lugares, presentando danza teatro históricamente consciente, que invita a la reflexión en Nueva York.

“Mi formación académica fue excelente. Sobre todo quiero nombrar a la Escuela Normal Superior en el Ciclo Básico, de Bahía, que me abrió la cabeza en muchas cosas, gracias a una formación muy fuerte. Eso me permitió enseñar en la universidad sin tener un título universitario. Me abrieron las puertas por la capacidad. Mi país me dio una educación fantástica para manejarme en el mundo”, valoró.

Plasmar una experiencia

En la actualidad, Anabella da clases en NYU Gallatin, Wagner College, School of Visual Arts y Peridance Center. Asimismo, tiene una trayectoria como escritora de artículos para varias revistas de danza y arte, y en 2013  publicó su primer libro titulado ‘Unveiling Motion and Emotion’ (‘Revelando movimiento y emoción’).

“En el primer capítulo cuento que no me imagino otra vida, porque creo que en otras vidas pasadas también estuve bailando. Esto es una continuación de algo que hice muchos siglos antes, entonces no tengo alternativa. Desde que me acuerdo, vivo bailando e improvisando, y mi vida es la danza. Es mi identidad. Nunca me plantee hacer otra cosa”, dijo.

El año próximo espera poder lanzar su segundo escrito, ‘Enseñanza de danza a través de gestos significativos’, por medio del que explora ejercicios básicos, de visualización, imaginación activa y aplicaciones artísticas, y cómo la técnica es una filosofía y una teoría y el cuerpo un instrumento de expresión.

Una pasión desde siempre

El papá de Anabella es italiano, y llegó a Bahía Blanca luego de la Segunda Guerra Mundial, con sus abuelos y su tío. Su mamá es bahiense. “Cuando empecé a bailar, a los cuatro años, quería hacer ballet pero no había. Entonces comencé con danzas españolas: flamenco., y a los nueve con danza clásica. Hasta los 15 o 16 años, estuve estudiando ahí y perfeccionándome con cursos en el Teatro Colón”, recordó.

En 1994 abrió un Centro Creativo de Danza, ‘L’Atelier’, en Juan Molina 662, que hoy dirige su hermana, Pamela Lenzu. “Mi idea era proveer herramientas técnicas para formar bailarines y celebrar la creatividad. Desde que tengo uso de razón soy coreógrafa. Es decir, a mí me interesa crear mis propias obras coreográficas”, detalló.

Ese mismo año contrató a Ángel Fumagalli, que enseñaba ‘Historia y Crítica de la Danza’ en el Teatro Colón, para que una vez por mes viniera a Bahía a dictar clases. “Él me empujó a que siguiera mi búsqueda de identidad como artista en el exterior. En 1999 me fui a Nueva York y ahí descubrí, a través de la danza moderna norteamericana, lo que quería decir con mi cuerpo, mi historia”, dijo.

Entre los años 2002 y 2006, vivió y trabajó en Roma y en Nápoles, y viajaba a Londres a enseñar  y presentar sus espectáculos. “Luego volví a Estados Unidos y me quedé. Mi esposo es norteamericano y tengo dos hijos. Estados Unidos es mi casa, hace 18 años que estoy acá, pero una vez por año siempre trato de volver a Bahía Blanca”, finalizó.

Quienes quieran conocer más sobre su trayectoria o propuestas pueden visitar su Instagram, canal de YouTube o página web, donde también encontrarán distintos artículos y recursos para artistas.  

Categoría: PATRIMONIO
2023-12-13 11:05:57
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