Nuevas declaraciones
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El TOCF bahiense sumó siete declaraciones testimoniales en el juicio oral y público a Genocidas de la Armada argentina de la BNPB. Los testimonios tuvieron lugar en jornadas del pasado lunes 23 y martes 24 de febrero.

El Tribunal Oral Federal en lo Criminal (TOFC) bahiense dio continuidad al debate oral y público por delitos de lesa humanidad perpetrados en el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDyT) en Baterías de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB). En dos jornadas que tuvieron lugar el pasado 7 y 8 de abril, luego de dos semanas de cuarto intermedio, se escucharon las declaraciones de ocho nuevos testigos entre ellos, ex conscriptos, testigos involuntarios del Terror de la Dictadura Genocida.

En la jornada del martes, comenzó declarando Edgardo Gabin, un ex detenido, sobreviviente de los Centros Clandestinos de Mar del Plata, Buenos Aires y por último en el Buque 9 de Julio en la Base Naval de Pto Belgrano, donde estuvo cautivo entre 30 y 45 días. Gabin militante social y gremial del puerto de Mar del Plata, dio cuenta de los malos tratos, golpes, patadas que recibió, como también de las inhumanas condiciones de vida en el buque, donde convivían con las ratas. Contó que intentó suicidarse. Luego de eso le otorgaron un régimen de conscripto, donde lo dejaban ir a Mar del Plata a visitar a su familia y debía volver, siempre custodiado y vigilado, eran “carceleros a domicilio” dijo.

En segundo lugar declaró el ex Conscripto del Batallón 181 Gustavo Monforte, quien dio cuenta del funcionamiento del Batallón para los fines represivos. Fue entrenado en técnicas de combate y destinado a operaciones de inteligencia ya que era mecanógrafo y dibujante, por lo que le hicieron realizar planos de lugares o casas, las cuales luego iban a ser atacadas, como también grandes listas de personas buscadas, que eran utilizadas en los controles de ruta para detener gente. Participo de varios operativos en la zona, como Algarrobo, Dorrego, 3 Arroyos y Mayor Buratovich, donde en algunos de ellos pudo ver como se detenía gente, los golpeaban y ataban con alambres de fardo. En el de Algarrobo, dio cuenta cómo quien estaba al mando del operativo, el Tte Coronel Argentino Tauber quien llego al lugar en helicóptero, luego de ordenar que carguen todos los libros de una profusa biblioteca, pidió que se le aparte una colección completa de Lenin, de tapa de cuero blanco, para su rapiña personal. En todos los procedimientos, aparte de secuestrar gente robaban elementos como “Botin de guerra”, dijo.

Pudo dar cuenta de gente a la cual vio detenida en el Batallón, como un grupo de chicos, muy chicos, de entre 15 y 17 años (alumnos de la ENET) vestidos solo con calzoncillos blancos dados por el Ejército, en muy malas condiciones, lastimados, muy flacos y asustados quienes pudieron darle cuenta que habían estado en un lugar “camino a la carrindanga” (La Escuelita). En otra oportunidad pudo ver como Tauber, junto a dos hombres más, entraban de los brazos a una oficina a una mujer embarazada, que solo se la escuchaba llorar, mientras los hombres murmuraban.

El testigo también relato que en el Batallón existía una división  “Perros de guerra” con canes adiestrados, que al menor ruido, al cargar un arma por ejemplo atacaban ferozmente, y que se comentaba que sacaban gente a la terraza del Batallón, para ser mordidos por los perros. En una oportunidad se le escapó a su cuidador uno y mordió a un jefe en las nalgas.  Luego los canes fueron asesinados todos con fusiles FAL.

Dio cuenta de haber tenido contacto en el Batallón con 3 de los imputados de esta causa: Lawless, Otero y Stricker.

En tercer lugar declaró otro Ex Conscripto de la Armada, Oscar Arrache, destinado a la Base Baterías de Punta Alta de Abril a Agosto de 1976. Recibió adiestramiento para el “combate”  y dice haber participado de 2 o 3 operativos, uno en Bahía Blanca en pleno centro de la ciudad, en un edificio al cual todos acudían armados y uniformados.

Por la tarde del martes comienza declarando por videoconferencia,  desde Republica Dominicana Néstor Pazos de Aldekoa, sacerdote de la iglesia católica, quien visitó a su tío secuestrado en el Batallón 18, Rodolfo Pazos de Aldekoa. Relata haberlo visto demacrado y en malas condiciones, pero que luego de su visita, intermediada por Monseñor Ogñenovich, el trato hacia su tío habría mejorado. Al salir su tío pudo relatarle esta situación y él le agradeció a Mons. Ogñenovich la deferencia para con su tío.

Posteriormente declaró el sobreviviente Máximo Cargnelutti, quien fue secuestrado en Agosto del 77 en Bs As, llevado a la ESMA y trasladado por un breve período al Centro Clandestino de Baterías. El testigo era militante de la Juventud Universitaria Peronista en la UNS donde estudiaba, y se tuvo que ir de la ciudad por las amenazas y persecuciones. Relata las características físicas del Centro clandestino Baterías, como un lugar de piedra y cemento con llamativas marcas de sangre en sus paredes. Alli fue interrogado mientras le mostraban fotos de conocidos y compañeros seguramente “robadas en los allanamientos” como también fotos de manifestaciones.

Preguntado por fiscalía si conocía o había militado con una extensa lista de personas universitarios y militantes, relató haber conocido a todos, de los cuales la mayoría han sido asesinados o continúan desaparecidos, como Graciela Tauro, Jorge Riganti, Luis Sotuyo, Las hermanas Izurieta y muchos más.

El día Miércoles por la mañana comienza declarando Ricardo Luís Hirsch, Teniente de Fragata retirado, fue dado de baja en el año 1974. Se formó en la Escuela Naval en Comunicaciones en Infantería de Marina.

Dijo haberse formado en la Armada Argentina, no sólo recibió una formación cultural y militar, sino que se han formado para defender a la nación de un ataque exterior. En los 70, ese objetivo se desvirtuó, afirmó Hirsch, en vez de defender la constitución y los intereses de la nación, comenzaron a involucrarse en asuntos internos.

Aseguró que recibían entrenamientos para combatir la subversión con material, entre otros, películas como La Batalla de Argelia.

Estuvo muy poco en guardia marina, ahí hacían ejercicios de desembarco en Puerto Madryn. De ese desembarco, relató que se hicieron actos de allanamiento en Puerto Madryn con la ayuda de la policía, ya que la Armada no podía entrar a los domicilios. El procedimiento de allanamiento era intempestivo, se sacaba a la gente de sus casas, como en la película de Argelia.

Relató que el enemigo a combatir eran las acciones subversivas y por lo tanto, en los allanamientos se llevaban a la gente sin distinción política o si estaban en política o no. Los trasladaban a lugares de detenciones.

Testimonió que Astiz fue uno de los pilares de este tipo de objetivos. Fue uno de los hombres fundamentales que se infiltraban dentro de las fuerzas políticas y fuerzas subversivas para pasar la información a la Armada.

Sostuvo que la Marina tenía el mismo organigrama. Fue dado de baja en el 74, según relató, por defender los intereses de la nación por una sublevación. Fue detenido, se oponía a este tipo de represión, dijo defender las instituciones de la democracia y evidentemente no era un bien visto dentro de la Armada.

Le toman declaración en Baterías y luego lo trasladan a la ESMA, desde diciembre del 72, hasta que salió la ley de amnistía en 1973.

Dijo haber visto a Urien detenido en la Armada, y estuvo a punto de ser fusilado.

El segundo en declarar fue  Daniel Miguel Lagos,  conscripto en Infantería de Marina con destino Baterías. Dijo que dentro del Batallón tenían instrucciones para combatir la subversión. Implicaba el entrenamiento para el combate de una supuesta subversión. Les mostraban películas, tenían instrucciones de combate, etc.

Tuvo que hacer operativos en la zona, recuerda el de un hotel grande en Bahía, relató que eran muchos los que fueron a hacer el operativo, siempre salían uniformados, en vehículos, camionetas, jeeps. Se hacía un desplazamiento importante, se copaba y se cerraba todo. Contó que a él le tocó hacer guardia en el primer piso del hotel, es por eso que no vio nada.   En Bahía Blanca fue el único operativo que hizo y relató que con los años se dio cuenta de cómo le lavaban la cabeza.

En comisión, fueron a Zárate-Campana, hacían control de tránsito, allanamientos. Eran mucho más intensos, todo el día y toda la noche.

Ahí había muchas personas detenidas que las trasladaban al cuartel y de ahí nunca más se las veía. No se sabía que hacían con toda esa gente, explicó. Eran jóvenes, viejos, hombres, mujeres.

Por último declaró Mariano Castex, Médico legista, testimonió para ampliar su declaración en los juicios anteriores de Ejército.

Expresó que los dictámenes que hicieron en 1986 seguían los protocolos clásicos de defunción y que estos eran muy escuetos, no había posibilidad de explayarse sobre las formas de muerte.

Utilizaron modelos vivos para establecer las causas de muerte de los asesinados. Aseguró que los dictámenes obtenidos son dictámenes probables, que se han hecho de manera profesional, pero no hay una certeza absoluta en la materia. Ratifica todo lo que volcó en los informes de aquella época de investigación al lado de Hugo Cañón y de Mirtha Mántaras.

Luego de la finalización de la jornada del miércoles 7; el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el venidero 21 de Abril.

 

Fuente: http://hijosbahiablanca.blogspot.com.ar/

Categoría: DDHH
2015-04-09 17:59:34
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