El genocida Luis Abelardo Patti comenzará a ser juzgado hoy miércoles 17 de junio,  por los crímenes de Cambiaso y Pereyra Rossi en Rosario. Además del ex comisario, están acusados otros once genocidas e incluido el ex dictador Reynalfo Bignone.

El ex subcomisario Luis Abelardo Patti, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar, volverá a ser juzgado a partir de hoy por el secuestro, torturas y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi. Además de Patti, hay otros once imputados, entre los que se destaca el ex dictador Reynaldo Bignone. El debate estará encabezado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario y está previsto que declaren alrededor de 100 testigos.

Cambiaso y Pereyra Rossi, ambos dirigentes peronistas, fueron muertos en el último tramo de la dictadura,  en mayo de 1983. El tribunal estará integrado por los jueces Omar Digerónimo, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Barabani. Juan Andrés Cabrera, Pascual Oscar Guerrieri, Ariel Antonio López, Carlos Alberto Lucena, Luis Américo Muñoz, Walter Dionisio Salvador Pagano, Ariel Zenón Porra, Rodolfo Jorge Rodríguez, Carlos Antonio Sfulcini, Juan Amadeo Spataro son los otros  diez que están imputados en el proceso además de Patti y Bignone.

Los hechos

El 17 de mayo de 1983, el Ministerio del Interior de la Nación y la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires informaron que Cambiaso y Pereyra Rossi habían sido “abatidos en un enfrentamiento” con una patrulla del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional de Tigre al mando de Patti en la zona de Lima, partido de Zárate. Los suboficiales Rodolfo Diéguez y Juan Amadeo Spataro acompañaban a Patti en la partida. La versión no cuadraba con los testigos que, tres días antes, a plena luz del día, habían visto a un grupo de tareas arrancándolos del bar Mágnun en la esquina de Córdoba y Ovidio Lagos, en Rosario.

Como si algo más faltaba para demostrar que Cambiaso y Pereyra Rossi habían sido secuestrados y torturados por la dictadura, la autopsia y los peritajes demostraron que ambos tenían golpes en el cuerpo y la piel quemada por las largas sesiones de picana. En el antebrazo izquierdo de Pereyra Rossi también se encontraron restos de pólvora que inferían un disparo a quemarropa.

Tanto Patti (60), Spataro (56) y Diéguez –fallecido– están sindicados como los autores materiales de la balacera. El ex coronel del Ejército y segundo jefe del DI, Muñoz (75) está señalado como  “partícipe necesario de la privación ilegítima de la libertad, torturas y posterior homicidio”.  Mientras que Guerrieri –ex coronel y ex jefe del DI, de 78 años– y Cabrera (63), Sfulcini (65), Pagano (67), Porra (57) y López (65), todos personal civil de inteligencia llegan al debate acusados de ser “coautores penalmente responsables de los delitos de la privación ilegítima de la libertad y torturas” de las víctimas, “y participes necesarios de sus homicidios”. Bignone es considerado “autor mediato” de los crímenes.

Las víctimas

Pereyra Rossi, alias Carlón, era militante de Montoneros donde cumplió el rol de jefe de Prensa y responsable de la Zona Sur de la provincia de Buenos Aires. Durante el exilio en México se mantuvo en el grupo de la conducción de la organización y fue uno de los militantes que participó de la operación Contraofensiva en 1979. Tenía 33 años cuando fue secuestrado.

A Cambiaso le decían “el Viejo”. También era militante peronista de izquierda. Lo secuestraron a los 42 años. Por entonces militaba, en Rosario, en la Agrupación Peronista para la Liberación. Esta era una de las organizaciones que formaba parte del Movimiento Intransigencia y Movilización Peronista, que tenía al catamarqueño Vicente Leonides Saadi como máximo referente.

En esa reunión, en la que fueron secuestrados para ser asesinados, analizaban los caminos para reorganizar a Montoneros de cara a la reapertura democrática. Quizás el fervor en el debate político no les permitió detectar el furgón Mercedes Benz, sin patente, del que bajaron los cinco hombres de civil, armados, que sellarían sus destinos.

Fuente: www.infojusnoticias.gov.ar