En la ciudad balnearia, además de contar con extensas playas en las cuales se puede apreciar el sol desde el amanecer hasta el atardecer, se encuentran otras propuestas para visitar.

Entre ellas, se destaca el Museo Municipal de Ciencias Naturales Vicente Di Martino que cuenta con una amplia colección de fósiles y ejemplares de la fauna marina y costera, que puede visitarse de forma gratuita todos los días de 8 a 14 hs y de 18 hasta la medianoche. 

Sus orígenes y fundador

El Museo inició sus actividades en el año 1977 en lo que actualmente es la rambla céntrica frente al mar, sin embargo debido a la remodelación de esta infraestructura en 2006 perdió sus instalaciones y trabajaba de forma remota desde el hogar de su fundador Vicente Di Martino.

En el año 2007, el hallazgo de unas huellas fósiles de un perezoso y sus cachorros del género extinto Scelidotherium, huellas de 60 cm de diámetro, se calcula que el animal tenía el tamaño de una vaca, repercutió con fuerza en los medios y renovó el interés del Municipio que les otorgó el espacio físico en el que se encuentran ahora, el salón blanco del Centro Cívico Alborada.

Vicente Di Martino, el fundador del museo que ahora lleva su nombre, fue un fanático de la paleontología que llegó a la ciudad balnearia siguiendo los pasos del reconocido naturalista Florentino Ameghino. Sin embargo, cuando llegó a la ciudad descubrió que el científico no había estado allí sino que sus descubrimientos pertenecían a lo que se conoce como Farola Monte Hermoso, sitio ubicado cerca de la localidad de Pehuén-Có.

Igualmente decidió quedarse en Monte formando su familia y atendiendo su local de artesanías, bijouterie e indumentaria. Aunque su interés por los fósiles nunca desapareció y mientras recorría las playas juntaba restos de megamamíferos que luego exhibía en su vidriera.

Esto captó la atención del delegado de Coronel Dorrego, para esa fecha Monte Hermoso pertenecía a ese partido, que le ofreció la posibilidad de abrir una sala de exhibición para sus colecciones. Es así como el 21 de septiembre de 1977 se inaugura oficialmente el museo.

Actividades

El museo, además de exponer una gran variedad de ejemplares fósiles de la región, también cuenta en su colección con muestras de fauna y flora local acompañadas de información en un lenguaje amigable para poder ser el nexo entre las publicaciones de los investigadores y la comunidad.

Ese justamente es uno de los objetivos que se plantea la institución: poder ser un lugar en el cual se transmitan los conocimientos de manera tal que sea atrayente para los visitantes. “Lo que quiero resaltar del museo es que no es una institución fría, sino que usamos colores vivos para las láminas y siempre estamos reformando algo para hacer que sea una interacción más fluida con la gente” dijo la directora de la institución, Natalia Sanchez.

Además de la sala de exhibición, la gente del museo realiza otras actividades como lo son las campañas de recolección de fósiles y educación con niños y turistas en el verano. Durante el año, aprovechan para organizar salidas con las escuelas para que los chicos conozcan “en vivo” las cosas que se exhiben en el museo: los llevan al mar, a la laguna Sauce Grande o al Pinar para que reconozcan la flora y fauna presentes en estos ambientes.

El museo también contribuye con el estudio de las medusas y en planes de conservación del ambiente costero; fue uno de los precursores de la campaña de playas limpias en Monte y formó en su momento un grupo llamado “Club de Amigos del Museo” con chicos que colaboraban con ellos.

Sector Arqueológico de la Reserva Natural Pehuén-Có – Monte Hermoso

Pasando el camping Americano, se ubica el área arqueológica de la Reserva en donde se encuentran pisadas humanas de 7 mil años de antigüedad acompañadas de huellas de distintas aves. 

Tiene un sector asociado conocido como Las Ollas que eran lugares donde estos cazadores y recolectores depositaban sus residuos; se hallaron restos de comida, materiales para faenar, herramientas de piedra y madera. A su vez, se encontraron partes esqueletales de lobos marinos demostrando que cazaban estos animales para alimentarse.

“Se supone por todos los hallazgos que el hombre era quien iba a cazar y fraccionar el animal, y las mujeres y niños quedaban al borde de esta laguna o marisma realizando otras actividades, por eso la cantidad de huellas que se pueden ver, por las mediciones de tamaño y el interpaso, corresponden a una talla de femenina o de niño” comentó la directora del museo.

Además Natalia agregó que era muy probable que las mujeres recolectaran huevos y usaran plantas del ambiente lacustre mientras duraba su estadía allí en la temporada primavera-verano.

Para poder conocer las huellas, la gente se puede acercar al museo para ver los horarios de las visitas guiadas, que se hacen una vez por día pero el horario no es fijo ya que depende de la marea. El paseo dura alrededor de una hora y media y tiene un costo diferenciado para menores de 13 años y jubilados.