El Centro Equino Nelquihue continúa con su labor comprometida, responsable y empática, en pos de respetar los derechos del animal brindándoles protección, apoyo y mucho amor.

La ONG dedicada a la rehabilitación y recuperación de caballos maltratados, el próximo 14 de diciembre cumplirá 10 años. Con unos 40 voluntarios y voluntarias, que se dividen las tareas, y unos 60 animales, entre los que alrededor de 30 están recuperados y el resto con cuidados especiales, se ofrece un entorno seguro y controlado.

“El trabajo es bastante amplio. Hay algunos que, por ejemplo, semanalmente cumplen un horario de mínimo tres horas. Ahí se les da de comer, se llenan los bebederos, se limpia el predio, se arreglan corrales y se cuenta el alimento que queda, entre otras cosas que implican el cuidado de los animales y del espacio en el que están. Otros también manejamos las redes”, comenzó la voluntaria, Carolina Romano Daglio.

Asimismo, hay otras personas, que están en la Fundación desde hace más años, que se dedican a organizar ferias de venta de libros usados, y otros productos, bingos y demás actividades de recaudación de fondos, que no requieren tanto esfuerzo físico. Ambas posibilidades se abren en dos convocatorias oficiales, que se realizan a lo largo del año, donde quienes se anotan pueden acercarse a conocer el predio, las tareas y las formas en las que pueden colaborar.

“En cuanto a los recatados, el grupo más grande es el de los recuperados que viven en un campo, y hacen vida de caballo, en total libertad, con los cuidados y la alimentación correspondiente. Estos pueden ser adoptados por cualquier persona que reúna ciertos requisitos. El resto de los caballos está en una parte que llamamos geriátrico,  porque o necesitan tratamiento diario de medicación, o curaciones, o alimentación asistida”, detalló.  

Trabajo colectivo

El Centro se sostiene gracias a la colaboración de la ciudadanía, que aporta tanto de forma económica, como con insumos o compartiendo lo que publican en sus redes. Además, venden abono orgánico. “Como tengo patio, animales y plantas siempre me llevaba abono. Entonces con una compañera, Paula, dijimos: ‘Esto es materia prima que nunca va a faltar’, así que empezamos a separarlo en una montaña específica. Eso se deja estacionar y tras un proceso, se embolsa en bolsas de tres y siete kilos”, contó.

En la actualidad, impulsan una campaña llamada Misión capas, que invita a ayudar con la compra de mantas para cubrir a los caballos del frío. Así que quienes estén interesados en dar una mano, pueden hacerlo a través del alias de Mercado Pago: nelquihuemercadopago o del Banco Credicoop: ALOE.CACTUS.JAPON.

“El caballo es un animal muy honesto. De por sí es muy particular, y esto se ve en la forma en que cuidan a sus crías, se cuidan entre ellos, cómo funcionan como manada o cómo son sus gestos hacia la tierra que pisan. Cuidarlos y verlos recuperados es súper gratificante, porque esto implica darles una vida digna y fiel a su especie, como lo merecen”, finalizó.

Para más información, los y las interesadas pueden visitar o comunicarse a través del Instagram o Facebook, redes en las que también encontrarán datos respecto a los números y lugares disponibles para realizar denuncias de casos de maltrato animal.