Del 19 al 25 de mayo se conmemora a nivel global. Se trata de una instancia crucial para visibilizar y demandar el cumplimiento de los derechos esenciales de las mujeres y personas gestantes durante el embarazo, parto y postparto, trascendiendo la mera atención médica.

Esta semana de concientización, que se celebra desde 2004, pone de relieve la importancia de abordar la gestación y el alumbramiento desde una perspectiva humana integral. En Argentina, la Ley 25.929 de Parto Humanizado ampara estos derechos desde su sanción en el mismo año.

A pesar del marco legal vigente, la realidad muestra la persistencia de prácticas obsoletas, una medicalización a menudo innecesaria y la normalización de la violencia obstétrica. Por ello, esta conmemoración se erige como una oportunidad fundamental para reclamar la plena aplicación de la ley y para promover una profunda reflexión sobre el rol del sistema de salud, tanto público como privado, en garantizar un trato digno y respetuoso durante este trascendental proceso.

Cabe recordar que vivir un parto respetado, tal como lo define el Ministerio de Mujeres bonaerense, implica asegurar la autonomía y el protagonismo de la mujer o persona gestante en cada decisión vinculada al nacimiento, extendiéndose este respeto a las necesidades del recién nacido.

La legislación nacional establece derechos como ser considerada una persona sana, ser protagonista activa del parto, recibir un trato respetuoso que considere la intimidad y las pautas culturales, acceder a información clara y oportuna, que se respeten los tiempos biológicos y psicológicos, y ser informada y acompañada en la decisión de amamantar.

Además, exigir un parto respetado no es una demanda superficial, sino una forma de reivindicar derechos y construir una sociedad más empática donde el nacimiento sea una experiencia transformadora y no traumática, reconociendo la profunda huella que deja la manera en que llegamos al mundo.