Natalia Fiore y Pablo Blackhall, son los impulsores del proyecto ‘Gymnasio de escritura’. El espacio abierto a los y las vecinas y vecinos que quieran darle vida a sus ideas y cultivar la creatividad a través de las palabras, abrirá sus puertas en octubre con propuestas muy interesantes.

Con la pasión por la escritura y la lectura como motivadores principales, y con la certeza de que la escucha oficia de aliada a la hora de explorar la imaginación, nutrir el espíritu y fomentar aquellas tres prácticas, el escritor y la escritora invitan a compartir un viaje sensorial por las letras, que por momentos será de forma colectiva y por otros de introspección y creación individual.

“Lo llamamos gymnasio porque la lectura y la escritura requieren un ejercicio constante. Con constancia, se logran resultados como una forma de descubrirse, de conocerse a sí mismo, de conocer a los demás, de conocer tu entorno, de pensar si te interesa pensar tu ciudad. La escritura siempre te va a permitir entrar a lugares que si no los bajas a la hoja o al Word, probablemente no llegarías. La idea es ofrecer un entorno que favorezca esas prácticas que nos apasiona”, comenzó Pablo.

De hecho, para Natalia leer y escribir son formas de pensar y conocer. “Te transforman. No podemos pensar la lectura aislada de la escritura, porque la escritura es una forma de contar el punto de vista que tenés del mundo. Pero para poder hacerlo necesitás conocer otros puntos de vista del mundo y eso te lo da mucho la lectura de otros escritores. Creo que el gymnasio es un diálogo entre eso”, explicó.

Un oasis para las palabras

El lugar, donde funciona el proyecto, es una casa con dos plantas. Arriba viven ellos y abajo está el gymnasio, que se despliega a lo largo de varias habitaciones. “Vamos a trabajar de forma bimodal: puede ser convencional, un encuentro en la sala, donde todos compartimos, socializamos o intercambiamos lo que pensamos, hayamos leído o escrito, y después hay otra parte donde cada uno está en el cuarto. Haremos hincapié en la cuestión del espacio, de los tiempos, de tener un lugar propio”, dijo Pablo.

También abrieron una convocatoria que invita a participar de tres momentos: ‘recién salgo’, ‘estoy a mitad de camino’ y ‘estoy llegando’, que implica una residencia creativa. Por eso, quienes quieran participar deberán enviar textos, según los que se seleccionarán a tres personas, que durante tres meses serán acompañados bajo el formato conocido como ‘clínica de obra’.

“En octubre comienza el taller ‘Formas de vuelo’; el club de lectura, que va a estar orientado en torno a lo que llamamos la novela familiar, porque los textos van a ser sobre lo complejo de dicho vínculo; y después otro taller llamado ‘Satélites naturales’, que gira alrededor de los otros talleres que se estén dando, será de un solo día y ofrecerá algo de lo que pasa en los otros talleres”, contó Pablo.

Asimismo, la propuesta tiene su propio podcast que es de escritura, por lo que las y los oyentes podrán leer una ficción. “Hacemos la entrevista pero solo mostramos una partecita, un pequeño audio y algunos fragmentos en texto. El resto es una ficción que escribe un colectivo de escritores llamado NIUYO. Este mes va a ir una ilustradora, que se llama Mica Heredia, ‘Mica en el cosmos’, y así distintos artistas y escritores de la ciudad que entrevistaremos. Se llama ‘La consagración’”, detalló Pablo.  

Descubrir una afición

El primer contacto de Natalia con la literatura fue en su infancia. “Recuerdo haber leído cuentos una y otra vez en mi cuarto o a mi mamá leyéndome. Siento que es una experiencia primigenia que vuelve cada vez que me siento a leer algo. Después me enamoré de la carrera de Letras y encontré lo lindo de hablar de literatura con otras personas, como una forma de construir lazos, vínculos”, afirmó.

El caso de Pablo es diferente ya que todo aquello le sucedió con el correr de los años. “En términos creativos y de expresión, pintaba cuadros y durante diez años me dediqué a hacer eso. Pero poco a poco fui dándome cuenta que mi lenguaje, el lenguaje que necesitaba era la escritura y no estaba funcionando lo plástico. Empecé a leer más de grande, no paré y se volvió una pasión muy poderosa”, aseguró.

Para ambos la oralidad es una parte muy importante de todo lo que involucra al arte de las palabras, más específicamente el hablar y escuchar. Por eso, en su invitación incluyen el acompañamiento desde la escucha. “Nos interesa que realmente sea una experiencia. Ese proceso, es el que los llevará a lo que realmente quieran escribir y a que puedan terminar esa obra o ese texto. Lo pensamos más como un recorrido que te lleva al lugar donde querés estar”, finalizó Natalia.

Quienes quieran saber más al respecto, pueden visitar el Instagram o enviar un correo electrónico a uncuartopropiogymdeescritura@gmail.com.