En el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia”, los internos de la Unidad 4 fabricaron 3000 panes dulces que se repartieron entre familias en situación de vulnerabilidad.

El programa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en un acuerdo entre el Servicio Penitenciario Bonaerense y la Municipalidad de Bahía Blanca, logró que personas privadas de su libertad aporten la mano de obra para el proyecto. El trabajo se realizó en las instalaciones del Centro de Formación Profesional N° 401 que funciona dentro del penal.

Durante casi una semana se dedicaron a armar, decorar y embolsar las confituras. La actividad fue supervisada y coordinada por el maestro panadero Pablo Amarilla, y participaron doce personas con experiencia en panadería, junto con otros cinco trabajadores del CFP n° 401. 

“Cuando hay una tarea solidaria de por medio, las personas que se encuentran alojadas en la Unidad, realmente se enchufan y se comprometen”, recalcó Amarilla.

En el proceso de elaboración se tomaron todos los recaudos de bioseguridad a través de los protocolos y autorizaciones emanadas desde la Subdirección General de Trabajo Penitenciario. La producción final la entregó el municipio bahiense entre lunes, martes y miércoles de esta semana.

El jefe del Complejo Penitenciario Sur, Jorge Gómez, recalcó la importancia de trabajar unidos para quienes lo necesitan, mientras que el director de la Unidad 4 Bahía Blanca, Sergio Recofsky, expresó: “En momentos tan difíciles, la solidaridad es fundamental”.

El aporte fue de 750 kilos de harina, 250 kilos de frutas abrillantadas, 750 huevos, 150 kilos de azúcar, 15 kilos de miel, 150 kilos de margarina, 2,5 kilos de sal, 9 kilos de levadura, 15 kilos de limones y 30 kilos de azúcar impalpable, los internos panaderos amasaron y hornearon panes dulces de medio kilo cada uno.