El pasado 9 de noviembre fue el Día Mundial de la Adopción. Con el objetivo de brindar información clave y acompañamiento para hogares en crecimiento, el proyecto Familia se hace despeja dudas y facilita la transición.

La adopción es un camino transformador que requiere de una preparación integral. Conscientes de que la falta de información puede generar incertidumbre y dificultar el proceso, pues ‘nadie desea lo que no conoce’, la iniciativa se propuso aportar las herramientas y los conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y construir un futuro sólido junto a los y las nuevas integrantes.

De la mano de Salomé San Martín, trabajadora social que desempeña tareas en el mundo de la niñez, tanto desde espacios públicos como privados, la iniciativa también la atraviesa profundamente: “Vengo de una familia adoptante: Soy la hija mayor y mis dos hermanos, Lucas y Jazmín, son adoptados de diferentes familias biológicas. La adopción es un tema muy cotidiano para mí y es parte de mi historia, de mi familia, de mi crianza”, dijo.

Además, a medida que crecía y contaba su realidad familiar, a personas que no eran parte de su entorno, notó que se trataba de un tema tabú, que había mucha mala información o con el foco puesto en el largo proceso burocrático, una realidad que contrastaba con la naturalidad que la temática se abordaba en su casa. Por eso, no dudó en proponer un sitio que acompañara procesos y deseos de adopción.

“Es importante hablar del tema, porque es algo que existe, es algo que está. Hay personas adoptadas, hay personas adoptantes. Porque nadie desea lo que no conoce, es muy difícil que la gente proyecte o desee una familia por adopción si lo único que sabe, por ejemplo, es que hay que esperar un montón”, afirmó.

Conectar corazones

Familia se hace comenzó formalmente en enero de 2024, junto al diseñador gráfico Camilo, amigo de Salomé. Con el tiempo, se sumaron dos trabajadoras sociales: Una que trabaja en un hogar de niños y otra que se desarrolla profesionalmente en el sistema de Niñez. El equipo, hace un mes, lanzó la primera propuesta de taller virtual: A poner la mesa, que consta de cinco encuentros para dar los primeros pasos en la adopción.

“Para adoptar hay que preparar la vida, el hogar y hacer un trabajo interno muy profundo. También, me parece que es tarea de las personas que estamos atravesadas por la adopción, contar nuestra historia. Tengo 30 años y mucha de la gente que está alrededor mío, están pensando tener hijos y la adopción no es lo primero que se les ocurre. Quise empezar a hablar de adopción para gente de mi edad”, detalló.

Entre los desafíos que deben enfrentar las familias están, por un lado, la parte burocrática, administrativa y legal, y por el otro, las cosas propias del proceso. “Hay pocos profesionales que están formados específicamente en la temática. Y hay cuestiones más emocionales, como la dificultad al momento de compartir lo que a uno le pasa. Son procesos que los entienden quien los vivió en primera persona. Generar comunidad, encontrarte con otros que estén más o menos en la misma, ayuda a no vivirlo en soledad” sostuvo.

En ese sentido, contar con una red de apoyo, no solo en los inicios sino durante todo el recorrido, es muy importante. “Encarar algo desafiante solo es muy difícil. Mi hermano llegó a mi casa cuando tenía dos años y medio, más o menos, y se guardaba comida en los bolsillos, y tengo la imagen de mi mamá llorando, hablando con mi abuela y diciéndole, ‘no sé qué hacer y no sé a quién preguntarle’. Hay algo del testimonio y de la mirada de alguien que te entiende, que te hace sentir que no estás solo”, finalizó.

Los y las interesadas en conocer más sobre esta propuesta de acompañamiento e información en cuestiones de adopción, pueden visitar el Instagram.