Por Lucía Argemi, para la Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda.

La infancia es una etapa de la vida llena de potencial y creatividad. Basado en esa certeza, el taller ‘Azulina’ brinda un espacio donde los niños y las niñas pueden explorar su identidad cultural y desarrollar sus propios criterios artísticos.

A través  del juego y con pinceles, colores, una gran variedad de materiales y la imaginación, como los principales aliados para ingresar al mundo del arte, los y las participantes conocerán diferentes técnicas y conceptos artísticos, lo que hará de cada actividad una aventura llena de diversión y aprendizaje. Además, motivados y motivadas a expresar sus ideas y perspectivas podrán aportar sus propias voces a los entornos que habitan.

“Los niños aprenden jugando. Es importante que desde el juego aprendan. En el taller se les abre una ventana hacia la cultura, para que tengan una visión, que puedan ver, observar y transmitir lo que están mirando, lo que piensan desde lo que ven de las obras. Arte hay en todos lados. Mi intención es fomentar que tengan ese sentido crítico, que ingresen en la sociedad desde lo cultural”, comenzó la profesora de nivel inicial, Julieta Teruelo.

La propuesta que comenzó en enero de este año, con una duración de dos horas, tres días de la semana, cada lunes, miércoles y viernes alterna actividades con el artista elegido para ese mes. Entre una de las últimas acciones, por ejemplo, conocieron las flores de Yayoi Kusama, por lo que se les explicó la técnica y la manera en que podían hacerlas. Como la creación de cada uno y cada una es diferente, también comparten y aprenden sobre el aprecio y respeto hacia el trabajo del otro y otra.

“Es un espacio recreativo. La idea es transmitir arte y que desde su imaginación puedan crear. Además, como docente, intento relacionar las clases con distintas áreas del conocimiento como las matemáticas o la  lengua y literatura. Y los resultados son increíbles. Veo que hay un intercambio entre ellos, de lo que hacen, de lo que producen, durante el que se aconsejan, se cuentan lo que van a hacer, y eso está re bueno”, afirmó.

Despertar al artista interior

Julieta tiene el hábito de reciclar todo material que se le cruza, por lo que los soportes con los que los niños y niñas trabajan, desde diarios y cartones hasta rollos, papel y pinturas, son suministrados por ella. Por su parte, el taller, en el marco del que también piensa realizar jornadas intensivas enfocadas en algún o alguna artista, se trata de un sueño materializado que planifica sostener a lo largo del año.

“Me encanta enseñar, transmitir y ver los resultados. Las mamás del jardín donde doy clases me incentivaron a realizarlo. Lo que doy en el taller es lo mismo que aprender mis alumnitos. Esto es algo que a mí me gusta. Imaginate que me das un cartón y puedo hacer una casa. Es algo natural en mí que disfruto inculcar, para que perciban ese arte que está en todos lados. De hecho, mi propia casa está llena de cuadros”, dijo.

Con la convicción de que las expresiones artísticas conforman un lenguaje que permite conectar con el mundo, y son herramienta poderosa para el desarrollo integral de las infancias, le dio vida al espacio que funciona como un puente hacia la imaginación, la emoción y el autoconocimiento. “El arte es explayarse, poder crear, poder hacer lo que te sale del interior. En cualquier lugar que me pare, observo los colores y cómo se conforman. Para mí el arte es todo”, finalizó.

En la actualidad, el taller ‘Azulina’ para niñas y niños de cuatro a siete años, se desarrolla en el barrio San Martín y está organizada en torno a tres grupos. En febrero serán dos: uno por la mañana, de 9 a 11 hs., y otro por la tarde, de 18 a 20 hs. Más información, en el Instagram y, o WhatsApp 291 5320974.