Bien sabido es la importancia que tiene el conocimiento en la configuración de una sociedad, sus valores e identidades. En Bahía hay una iniciativa que tiene mucho de aquella premisa, ya que se propuso revalorizar el material disponible sobre el Holocausto.

Bajo el nombre ‘La valija del Holocausto’, el proyecto que cuenta con más de 10 años y comenzó en el ámbito escolar del Colegio La Inmaculada, en la actualidad, recorre distintos puntos tanto de Bahía Blanca y la zona, con el objetivo de mantener viva la memoria de los y las que atravesaron esa página oscura de la historia.

“El Holocausto ha sido considerado como un quiebre dentro de lo que es el siglo XX, y ni hablar en cuanto a los genocidios. A partir de ahí se pusieron en debate un montón de cosas que se creían cerradas. Por ejemplo, aplicar la modernidad para matar gente, exterminar a un otro. Ese es un aspecto que, para mí, vino a mostrar la modernidad, la idea del progreso. Es decir, se consideraba después de fines del siglo XIX que el progreso era indefinido y que el hombre siempre iba en crecimiento”, comenzó la profesora de Historia e impulsora del proyecto, Marcela Ganin.

Y, siguiendo esa línea, agregó: “Pensando en que se consideró que había seres humanos biológicamente inferiores que tenían que ser exterminados, esa mirada hoy no está muy lejos de los discursos raciales o discriminatorios. Por ahí en otras figuras, personas o grupos, pero el peligro siempre es inminente. Por eso el rol tan central de la educación en cuanto a informar y conocer; formar un pensamiento crítico, la empatía, ponerse en el lugar del otro. Nunca deja de ser novedoso e importante volver al Holocausto como fenómeno central”.

Reconocer y darle lugar a dicho acontecimiento histórico también tiene que ver con la sensibilidad que la docente tiene hacia los otros y otras. “Nací en Bariloche y me crié en una familia católica no muy practicante, pero de muy chica estuve en contacto con la iglesia. Comencé siendo catequista y luego milité en los centros de estudiantes. Siempre he sido participativa en muchas cosas, pensando en la mirada del otro”, recordó.

Asimismo, le tocó salir a la calle, en los 90, para luchar por la Ley de Educación Superior. “En el colegio donde trabajé más años, La Inmaculada, también hay todo un trabajo de llegada desde la pastoral que está muy atravesada hacia los alumnos y el cuerpo docente. Creo que ese contacto con ese grupo de personas e ideas me movilizó a hacer esto. Es un hecho que hay que conocer y sobre el que hay que concientizar para no repetirlo”, valoró.

Una herramienta disponible para todos y todas

La valija itinerante es literalmente una valija cargada con libros. En realidad, y gracias a la inversión de su impulsora, son dos y cuentan con alrededor de 60 obras. Todas están relacionadas con la temática del Holocausto, en sus distintas variables: hay libros testimoniales, novelas, ensayos sobre temas concretos, como por ejemplo los médicos nazis, y diarios que han escrito niños, niñas, adolescentes o adultos y adultas.

“Todos estos libros pertenecen a mi biblioteca personal. Es un proyecto que surgió hace unos 15 años más o menos, en el colegio La Inmaculada donde comencé a trabajar este tema con mis alumnos. Traíamos en ese momento un baúl con libros del Museo del Holocausto de Buenos Aires y a partir de ahí me surgió esta idea de juntar libros. También, me contacté con la escritora Alex  Apella, que tenía un proyecto parecido”, relató.

Hace algunos años, decidió que la herramienta debía ser compartida con y en otros espacios. “En el verano del 2022 tuve la posibilidad de viajar a Jerusalén con una beca, al Centro de Estudios del Holocausto, que fue lo que me dio el empuje definitivo para armarlo. Además hice un Instagram. Cuando volví el proyecto empezó a crecer, a tener mucho contacto con otros docentes y la valija empezó a salir y a circular por las escuelas”, detalló.

Desde su iniciativa también se ofrecen reseñas de libros, talleres para el público en general y hasta charlas con distintos escritores que se suman para contar sus experiencias. La idea para este año es seguir por ese camino y que tanto la temática como el material continúen circulando. “A quienes quieran empezar a conocer sobre el tema, les recomendaría algún testimonio en primera persona. Lo testimonial o un diario son una gran vía de entrada al Holocausto”, finalizó.

Marcela trabaja en el Centro Raoul Wallenberg que es de la comunidad judía, donde hay una muestra itinerante del Holocausto, y distintas propuestas para alumnos. Quienes quieran asistir pueden comunicarse a través de Facebook. Por otro lado, brinda una capacitación presencial de siete encuentros sobre la enseñanza del Holocausto en las aulas, para gente de Bahía y la zona. Más información y consultas al Instagram o correo electrónico [email protected].