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La cooperativa San Fernando del Valle, dedicada a la actividad de corte y confección, ensanchó su línea productiva y esto le abrió a su vez nuevas salidas laborales, en medio de un contexto de crisis que la había hecho tambalear.
Además de volver a coser guardapolvos, bajo un convenio con Nación, la cooperativa integrada por una veintena de costureras de la capital catamarqueña empezó a fabricar calzado y ropa de trabajo. Y la última buena nueva fue un pedido de parte de empresas mineras para que realicen las denominadas big bags, grandes bolsas que se utilizan para acopiar materiales para la construcción (piedra, arena, entre otros productos), en cumplimiento de una ordenanza municipal que obliga a embolsar estos materiales para que no queden desparramados en la vía pública.
“En un principio la elaboración del proyecto de esta cooperativa fue diseñar guardapolvos y hoy tenemos una línea de calzado, trabajamos con todo lo que es el aparado, logramos intercambiar algunas máquinas y hacemos calzado para una empresa que se llama Roxia. Conseguimos habilitar una línea más donde vamos a trabajar con una empresa que se llama Artex que hace ropa de trabajo y, gracias a Dios, hace menos de un mes logramos reactivar con Nación para que nos vuelvan a mandar los cortes de guardapolvo”, contó Erica Maturano, síndica suplente y asesora desde el minuto cero de la cooperativa de trabajo San Fernando del Valle.
“Lo último que pasó fue que un grupo de inversionistas, de unas empresas mineras, necesitan las big bags, bolsas para recolectar todo tipo de materiales para la construcción. Y esto para nosotros implica más trabajo”, resaltó.
La cooperativa surgió hace diez años por iniciativa de 15 costureras de diferentes barrios de la capital de Catamarca. Hoy son 26. “Sus hijos están criados mediante la costura, siempre fueron las costureras del barrio. Logramos conseguir un subsidio de un millón de pesos, conseguimos un predio y pudimos comprar las máquinas. Empezamos a ser proveedores de Nación, comenzamos con la confección de guardapolvos. A partir de eso también hacíamos otro tipo de prendas: camisetas, remeras y obviamente cubríamos necesidades del mercado local”, recordó Maturano.
“Trabajamos con ministerios de provincia, de Nación, con organizaciones públicas y privadas, diseñando ropa de trabajo o lo que nos pidan. En su momento también había un grupo de chicos que se dedicaba a una atención más personalizada, donde venía el cliente, se le tomaban las medidas y esas cosas”, continuó la asesora con vasta trayectoria en la conformación de entidades de la economía social en San Fernando del Valle de Catamarca. Y agregó: “Ésta cooperativa pasó por mucho, yo estuve en los primeros años y después, por mi trabajo, me fui. Hace unos tres o cuatro años me enteré que no estaban bien, me llamaron, me fueron a buscar, volví, los ayudé, y ahora están resurgiendo”.
Para Maturano, “siempre hay quienes ayudan desde el gobierno, aunque sería bueno si tuviésemos un apoyo más constante de quienes nos deberían ayudar más, pero lo importante acá es que en estos años los integrantes de la cooperativa aprendieron a autoabastecerse, a generar trabajo por el esfuerzo propio, a aprender a convivir, a llevar adelante una empresa. Aprendieron a interiorizarse y concientizarse de que ellos son los dueños, que tienen derechos, pero que obviamente también tienen responsabilidades y obligaciones”.
En este sentido, destacó: “Todos los integrantes de la cooperativa tienen monotributo social, obra social, por lo tanto tienen sus aportes jubilatorios, y tienen seguro por accidente. Costó muchísimo, pero lo logramos. Y los que van a empezar a trabajar en las nuevas líneas de producción también lo harán bajo estas condiciones, como corresponde”.
Por otro lado, la síndica de la cooperativa catamarqueña dedicada al corte y confección reconoció que “el rubro textil está muy mal”. Y finalizó: “De hecho cerraron acá tres textiles. Pero nosotros, con asesoramiento y reactivando líneas de trabajo, pudimos salir adelante. Hay que tomar conciencia de lo que son las cooperativas: una herramienta que nos puede ayudar a paliar la situación de crisis en la que estamos”.
Fuente: Trabajo Cooperativo
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