Hace seis años, un grupo de personas enmarcaron las tareas de las y los recuperadores urbanos en una empresa autogestiva que impacta positivamente en el ambiente.

La Cooperativa de Trabajo Taller Uno Ltda. de Bahía Blanca surgió con el objetivo de disminuir la cantidad de residuos sólidos urbanos que llegaban para ser descartados en el relleno sanitario de la localidad. Ante la presencia de personas que ingresaban al espacio para seleccionar residuos y venderlos, tomaron la determinación de incorporarlas al sistema con un marco legal y económico.

“Insertar a una persona que está fuera del sistema, a un sistema bancarizado, no es fácil”, contó el presidente de la entidad, Julio Seewald: “Y el tema de los residuos es una problemática a nivel mundial. Por algo las grandes potencias están entrando en tema. Bahía Blanca genera 450 toneladas diarias, y la capacidad de recuperación son 60 o 70 toneladas mensuales. Estamos en un desbalance complicado para la sociedad”.

Trabajo cooperativo

Actualmente, son 96 personas las que llevan adelante los diferentes proyectos de la Cooperativa. Entre ellos, se destacan el Ecocanje que realizan en articulación con el Municipio de Bahía Blanca, en el que reciben plástico, cartón, vidrio, y aluminio y entregan tierra fértil realizada con frutas y verduras de mercados; gestión de residuos sólidos de grandes productores; y el tratamiento de los líquidos residuales de los colectivos de larga distancia, que solían eliminarse en las napas del río.

En ese sentido, Seewald explicó que “nosotros logramos cumplir el objetivo principal de ser transversales a las políticas de turno. El desarrollo siempre se orientó a proyectos que puedan ser a largo plazo, y que la persona que ingresara se encontrara con un proyecto autosustentable”.

“Tenemos ese tipo de desarrollo. Lo que intentamos es que, de la ciudad al reciclador, el residuo llegue separado. Que no haya que sacarlo de una pila, sino que llegue un material separado por el generador, y el reciclador recibe un material mucho más útil”, indicó.

En esa línea, puntualizó: “Siempre tengo un pensamiento, que nosotros no somos los que contaminamos el planeta. Cando a vos te convencen con una agenda, o un libro merchandising, una campaña publicitaria, de que podés lograr descontaminar el tres por ciento del planeta, siempre hay que poner el ojo en la industria, porque quiere contaminar un tres por ciento más. Si yo logro bajar la cuota de contaminación, porque la gente separa en su casa, atrás vendrá alguien que querrá usar ese lugar que se limpió. Están buenas las campañas para la gente, pero la industria tiene que ser responsable con sus desechos”.

Actualidad

La Cooperativa está asociada a la Asociación Intercooperativa Regional (AIR), y con la Cooperativa Obrera. Además, están poniendo el foco en el trabajo con las Universidades, que tienen mucho prestigio en la ciudad; y tienen un proyecto de capacitación y un programa piloto para compostar los residuos de la unidad penitenciaria. Además, en el año 2022 recibieron el sello RECC, de Registro de Excelencia y Calidad Cooperativa.

“Parece que decir que trabajás en una Cooperativa de Trabajo es una mala palabra, y nosotros intentamos cambiar eso. Creo que muchos vamos a trabajar en cooperativas, por como viene el mundo. Es el movimiento que más va a crecer, porque hay una crisis mundial que va para este lado. El ser humano se adapta, y el mejor formato que hay para adaptarse es una cooperativa”, concluyó el referente.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por el programa Argentina en el Mundo, en Radio Argentina (Resistencia, Chaco).