Producto genuino del movimiento cooperativo, el emprendimiento industrial inaugurado oficialmente el 19 de noviembre de 1993 creció de tal manera que, en la actualidad, representa la principal fuente laboral de esa localidad del sudoeste bonaerense.
En el seno de la Asociación de Fomento de Cabildo surgió, a mediados de los 80, la necesidad de crear una industria frigorífica en la localidad, ante la inquietud de algunos productores que consideraban que no era justo que se produjera la materia prima en la zona y que el proceso de industrialización se hiciera en otro lugar.
El sondeo realizado demostró el interés de los ganaderos en la iniciativa, por lo que una comisión provisoria se dedicó a comprometerlos en el proyecto, apuntándose a una planta que no sólo realizara la matanza y el procesamiento de la carne y derivados, sino que inclusive estuviera en condiciones de exportar.
La primera convocatoria fue llevada a cabo el 9 de octubre de 1984, resolviéndose en asamblea comprometer el aporte de capital para financiar la obra y adoptar al sistema de cooperativa como la figura jurídica que ampararía a la nueva sociedad, entendiendo que era el que más se ajustaba a la idiosincrasia de los participantes.
El 2 de diciembre de 1985, la Municipalidad de Bahía Blanca aprobó la radicación del Frigorífico Cabildo Cooperativa Ltda., adquiriéndose un predio de 6 hectáreas en el acceso a la localidad cabildense, a 1.300 metros del radio urbano y a unos 3 kilómetros de la ruta provincial N° 51, donde se realizaría la construcción de la planta.
Las dificultades económicas, la reticencia de algunos asociados a integrar el capital social y las dudas propias de todo gran emprendimiento, entre otras razones, motivaron que el proyecto entrara en un estado de estancamiento, hasta que en una asamblea desarrollada el 21 de noviembre de 1988 decidió que la Cooperativa Agrícola, Ganadera e Industrial Sombra de Toro Ltda. absorbiera en su totalidad el activo y pasivo de la institución original.
Al mismo tiempo, la Cooperativa Obrera Ltda. de Consumo y Vivienda se interesó en la continuidad de la obra, proponiendo que la planta se adaptara para realizar tareas de fraccionamiento de carnes y fabricación de chacinados.
Finalmente, el 19 de octubre de 1992 se firmó el convenio de colaboración donde quedó asentado que ambas cooperativas unirían sus esfuerzos para la concreción de los trabajos, que en una primera etapa demandarían una inversión aproximada al millón y medio de dólares.
Apenas 13 meses después, el 19 de noviembre de 1993, se inauguraron las instalaciones del Frigorífico Cabildo, con una dotación de 40 operarios y la habilitación para despostar, fraccionar y embandejar unos 300 mil kilos mensuales de carne bovina. A la vez, también estaba en condiciones de elaborar cada mes otros 40 mil kilos de embutidos frescos y secos, morcillas, hamburguesas y varios subproductos cárnicos como conservas, fiambres y jugos.
“Desde un primer momento la intención fue sumar esfuerzos para canalizar el trabajo de los productores locales y, a la vez, constituir una fuente laboral para el pueblo. Los vaivenes económicos del país paralizaron el proyecto hasta que la Cooperativa Obrera aportó el capital que estaba haciendo falta para cristalizar una obra que Cabildo necesitaba”, sostuvo Oscar Muzi, primer presidente de la planta.
Al cumplirse las Bodas de Plata de un hecho trascendente en la historia de la localidad perteneciente al partido de Bahía Blanca, Muzi resaltó que “aquellas dos consignas que nos guiaron para embarcarnos en aquel desafío se cumplieron plenamente, al punto que la planta representa un sello distintivo para todos los cabildenses”.
Acerca de lo que sintió el día de la inauguración del frigorífico, Muzi admitió que “fue un momento emocionante e inolvidable”.
“Lo recuerdo con mucho cariño, especialmente por todo lo que significó el proceso de prueba y puesta en marcha. Tuve la honra de presidir un emprendimiento inédito para la localidad, impulsado por un fuerte movimiento cooperativo”, afirmó.
Un notable crecimiento
El predio donde se encuentra emplazado el frigorífico cuenta con 3.236 metros cuadrados cubiertos totales, de los cuales 2.490 corresponden al sector operativo de la planta y 746 a servicios (administración, oficina de Senasa, área de refrigerio y comedor, vestuarios y sanitarios y área de mantenimiento).
La planta es considerada de ciclo 2 y en ella se realizan tareas de recepción, almacenamiento, desposte, fraccionamiento, envasado y elaboración de productos derivados de la carne. En la actualidad despacha unos 450 mil kilogramos de carnes rojas (vacuna, porcina y ovina) y unos 135 mil kilogramos de productos elaborados.
Con la producción de carnes rojas se abastece a 80 bocas de expendio de la Cooperativa Obrera y con los productos elaborados a las 126 sucursales, emplazadas en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén.
El frigorífico, que está en operación prácticamente durante las 24 horas del día, emplea hoy a 108 personas, de las cuales 106 son de la localidad de Cabildo y las dos restantes de Bahía Blanca, distante unos 50 kilómetros.
Asimismo, la planta cuenta con habilitación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), lo que le permite tener la posibilidad de realizar una distribución a nivel nacional. Actualmente, cuenta con 2 veterinarios que cumplen la función del Servicio de Inspección Veterinaria y dependen del organismo de contralor correspondiente.
Dos de las 6 hectáreas comprendidas en el predio fueron destinadas a la concreción de un huerto orgánico de olivos, proyecto conjunto que llevan a cabo la Cooperativa Obrera y la Universidad Nacional del Sur.
En el lugar se plantaron más de 7 variedades diferentes de olivos y cerca de 380 plantas, que son regadas (de forma complementaria a las precipitaciones de la región) con la reutilización del agua residual de la planta.
César De Francesco, 44 años, es el actual jefe de la planta que impuso tres marcas de productos elaborados: Sombra de Toro, Rincón Serrano y Primer Precio.
“A poco de inaugurado el frigorífico ingresé para cumplir una suplencia de cuatro meses y me quedé para siempre. Como cabildense estoy orgulloso del desarrollo que ha tenido, ya que hoy se ha convertido en la principal fuente laboral de la localidad”, destacó.
Asimismo, reconoció que “las últimas ampliaciones realizadas en 2015/16 incluyeron la incorporación de modernas cámaras frigoríficas, en tanto que hay un proyecto que apunta a incrementar la producción, adecuándola a las condiciones que solicita el Senasa”.
“Para el consumo interno es un frigorífico importante, porque brinda una gran cantidad de productos que son sinónimo de muy buena calidad y que compiten con todas las marcas de primer nivel nacional”, concluyó.
Fuente: Familia Cooperativa