Vuelve Febrero
Febrero obra
Los vínculos de tres hermanas se ponen al descubierto tras la desaparición del padre, una obra escrita, dirigida y montada con talento bahiense.
“Febrero” se estrenó en el mes de noviembre de 2017, en octubre regresa con funciones los domingos a las 18 horas, el escenario es el mismo que la vio nacer y crecer, Pez Dorado. “La obra está pensada para hacer en ese lugar, ahí comenzó y es ahí donde está la ventana”, aseguró Lorena Forte, autora y directora, quien destacó el rol del espacio independiente, el contexto céntrico de su ubicación, factores tenidos en cuenta a la hora del montaje.

Génesis
La obra centra la atención sobre tres hermanas y un momento particular de sus vidas, la muerte del padre. “El tema es universal, y además fue tratado en la obra Tres Hermanas de Antón Chéjov” destacó la directora, quien se encargó de particularizar ese mundo. “Aparecen los vínculos entre las hermanas frente al hecho de la muerte de su padre, pero lo que más surge es enfrentarse a la desaparición definitiva, la obra no es un drama aunque trata un tema muy triste. Me distancio de eso, y pienso en el absurdo de esa situación, todo lo que sucede alrededor de esto, incluso la desaparición es absurda. No es una mirada irónica, sí quiero mostrar los momentos más simples, que identifica a cualquiera. De esta forma, aparecen situaciones absurdas frente al horror, cómo repartimos los objetos, qué le pasa a cada una, todo es permitido porque la situación es desopilante”. Puesta la mirada en describir el primer momento del duelo, Forte asegura que “en ese punto sí empezamos a ver cómo se vinculan las tres hermanas, qué quiere cada una, y aparece un hombre, que no es el padre, y está presente”.
La dramaturgia y dirección están vinculadas con un trabajo de 2 años, “tenía ganas de producir y tenía esta obra escrita, por lo tanto me pareció buena idea trabajarla en ese momento”. Sumó mucho la amistad surgida entre Forte y Rosina Gúngolo, la primera integrante elegida para el elenco. El proceso de escritura de la obra se dio en “otro momento de mi vida, lo hice en Buenos Aires, una vez escrita la dejé por un tiempo en un cajón, no tenía previsto hacerla, ni necesidad inmediata de montarla. “No me identifico con la dramaturgia, me gusta la dirección y la actuación”, declaró. “Hacerla en Pez Dorado fue una decisión relacionada con las posibilidades física que tiene el lugar”.

Espacio y obra
Teniendo presente la riqueza del lenguaje teatral, el texto incluye la actuación de un personaje sordo mudo, una mujer, “en un momento todos están hablando lenguaje de señas, me interesó hacerlo como parte del lenguaje teatral, una búsqueda divina que nos hizo pensar en cómo circulan los textos dado que hay alguien que no está escuchando, y a quien hay que explicarle o expresarse en señas”. En la interacción con el elenco, Forte confiesa que vio la obra sorprendida, “conociendo el texto cada uno de los personajes tenía que aparecer, así lo hizo, y se logró trabajando mucho en el detalle, creo que la dirección es eso, ver qué aparece, ver el espacio como parte de la obra”. Para la realización de estas escenas contaron con una profesional en lenguaje de señas que colaboró para llevar adelante la preparación del elenco y la directora.
Un truco teatral deja que el escenario se disperse más allá del espacio que concretamente ocupa, “el teatro se abre al plano de lo real, y se genera algo que no se puede controlar, no se sabe qué va a pasar, el afuera interviene en el adentro”, apuntó sin querer adelantar más detalles. “Ese un hallazgo del trabajo con los actores, con las posibilidades del lugar, y con la creación en sí misma, el momento”. Una tarea más fue la del montaje de la escenografía, puesto que el texto demandaba un espacio físico definido. “Realizamos una tarea de revestir las paredes, y crear una casa para el escenario”, la tarea demandó varias semanas de trabajo. “Febrero” contó con el aporte del Fondo Municipal de las Artes, dinero que se destinó a la sala de ensayo, el montaje, y también el pago de los actores, “me parece muy bien para poder profesionalizar el oficio y lograr que se construya, se gestione, se valore el trabajo de actores y actrices, está bueno poder hacerlo bien, que se sienta que hay un atrás que puede cubrir esta necesidad”.
La obra pone en vigencia el hiperrealismo, “la actuación, el espacio escénico, la música en vivo, el texto, son el soporte- generador de un universo privado y cotidiano, donde la situación de familiaridad que aliviana ese universo y lo hace reconocible, a la vez le da peso y contundencia escénica al relato y a su temporalidad: lo que está pasando ahí, es el detalle de la vida de esas personas, en ese momento preciso», describió la directora.
CON LUZ
La obra transcurre de día, por lo tanto, las funciones en Pez Dorado se realizan a las 18 horas. El elenco está conformado por Andrea Borello, Pablo Cangioli, Rosina Gúngolo y Sol Di Lernia, cuenta con la participación de Delfina Guiorlandini, encargada de la musicalización en vivo. En iluminación se encuentra Aldana Merino, la asistencia técnica es de Claudia Pappalardo, Facundo Arrimada y Gustavo Castiglia. El diseño escénico fue de Cecilia Taybo y el diseño gráfico estuvo a cargo de Valentina Conti. Las funciones se realizan durante el mes de octubre, los días domingos a las 18 horas en O´higgins 578.

Autor: Redacción EcoDias

Categoría: Cultura
2018-10-30 18:18:23
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