El ciclo Jueves Estreno del INCAA despidió enero con esta zumbona descarga de tiros y traiciones. 

El título y la primera secuencia dejan en claro que Mariano Cattaneo, director y coguionista de Una tumba para tres, ha abrevado en la característica “violencia recreativa” de Quentin Tarantino y su emulo británico Guy Ritchie –recuerda a   RocknRolla (2008)-, para contar el día de furia de tres matones de cuarta. 

Una mañana, un caco se corta solo con el botín de un atraco y se convierte en motor de la acción, ya que su jefe pone tras su pista a Juan, Manuel y al jaquecoso Víctor –Diego Cremonesi-, que lo ubican en un paraje suburbano para mal de todos. 

Primer acto al que suceden marchas y contramarchas lunáticas –las pastillas que Víctor confunde con analgésicos aportan lo suyo- e idas y venidas de un par de chicas que quedan varadas después de la huida de un brujo gitano –sic-; el corrupto destacamento de policía del pueblo cercano con el comisario – Gerardo Romano- a la cabeza y una vecina metida, entre otros secundarios; hasta el desenlace a sangre y fuego con un anunciado toque fantástico. 

Setenta y siete minutos en clave de humor tan negro como cinéfilo – hay referencias hasta en los diálogos superficiales de los canas-, que no intentan ser otra cosa que un divertimento consciente de su bajo presupuesto y logran su propósito si el espectador entra en el juego. Caso contrario es inevitable retraerse o peor, tomarse en serio la bajada de línea final del personaje de Juan, a contrapelo del tono de la propuesta, accesible en Cine.Ar Play. 

Ficha técnica Dirección: Mariano Cattaneo. Guion: Nicanor Loreti, Mariano Cattaneo. Fotografía: Facundo Nuble. Música: Pablo Sala Intérpretes: Diego Cremonesi, Daniel Pacheco, Demián Salomón.  Origen: Argentina; 2021.