Sigue abierta la convocatoria para editoriales, librerías,  escritores y escritoras, informaron desde la organización de la Feria del Libro de Sierra de la Ventana. Será los días 8 a 10 de noviembre en el galpón cultural frente a la tradicional estación ferroviaria.

“Con la cercanía de la fecha se intensifican las labores, hasta el 15 de septiembre estamos esperando las propuestas, convocamos uno a uno a quienes estén interesados en participar de la 10° edición”, contó Ricardo Pérez, integrante de la comisión.

Después de cerrada esta etapa, se conocerá la oferta de talleres, charlas y actividades para todas las edades. “Se conocerán en el mes de octubre el cronograma de esos días. Tenemos confirmadas 27 editoriales independientes”, entusiasmó. 

El primer día de la Feria está dedicado a la atención de escolares de los diferentes niveles educativos, se ofrece el espacio para que recorran y disfruten de los stands y propuestas, “desde hace muchas ediciones es nuestra prioridad, por eso, dedicamos toda la jornada a las escuelas, las maestras y los chicos, llegan a venir unos 500 niños y jóvenes”.

Una forma de dar a conocer el esfuerzo y la tarea del evento, como así también, se busca la participación y visita de los locales. “Estamos muy acostumbrados a los visitantes, gente que viene con el propósito específico de la feria, sea exponiendo como turistas. Sin embargo, este año queremos contagiar a las personas que habitan la localidad a que vengan”.

Obligados a la creatividad para concretar cada encuentro anual, la Feria se instaló como una de las más visitada y convocante de la región. “El hecho de ser autogestiva y sin fines de lucro nos permite la participación y el quehacer entre todos, aquel que se brinda a dar un taller lo hace desinteresadamente. Esto hace que haya crecido a lo largo de estos años, por eso, cada año agradecemos mucho a las personas que participan”.

Gestores culturales, artesanos, autores, músicos se reúnen para poner a disposición sus materiales, sus creaciones, y también, para convivir e intercambiar experiencias y conocimientos.

“Todo aquel que hace el esfuerzo participa de manera activa, esto hace que nos preocupemos mucho por el espacio. De hecho, la Feria nace para reivindicar el lugar, un galpón dedicado al mantenimiento que se transformó en un espacio cultural”.