Una tierna animación sobre la amistad en tiempos de hiperconectividad y redes sociales.

Barney recién comenzó la secundaria, los otros chicos no lo registran y la pasa mal, pero la cosa empeora cuando una corporación tecnológica lanza el B-bot, un robotito con forma de burbuja y la capacidad de ser el amigo ideal.  

Su familia es demasiado analógica y pobre como para comprarle uno, pero finalmente le “consiguen” a Ron, un B-bot simpático que no funciona bien, no logra que sus compañeros acepten y lo mete en unos líos mayúsculos. 

Este largometraje ha marcado el debut del estudio Locksmith Animation – con distribución de por 20th Century Studios-, que con no pocas ambiciones se suma a la segunda línea de la producción animada, ya que desde finales del siglo XX la primera se reduce a Disney y Pixar. 

Al parecer la trama se inspiró –libérrimamente- en la distopía romántica Ella (Spike Jonze; 2013), aunque las dificultades que provocan las nuevas tecnologías están en el aire y se han tratado en otras animaciones recientes como La familia Mitchell vs las máquinas (Michael Rianda, Jeff Rowe; 2021) o Space Jam 2 (Malcolm D. Lee; 2021) y comparte casi el mismo mensaje altruista: hay abrazar las diferencias propias y ajenas y abogar juntos por la amistad.

En resumen, una aventura que no ofrece novedades visuales o narrativas, pero que se disfruta por su colorido, su humor, el encanto del robotito protagonista y tiene el mérito especifico de atreverse a un clímax emotivo.

Ficha técnica/ Dirección: Sarah Smith, Jean-Philippe, Vine Octavio E. Rodriguez, Guion: Peter Baynham & Sarah Smith. Música: Henry Jackman. Origen: USA, UK, Canadá -2021.