Una ficción sensible, anclada en la dura realidad de los marginados económicos.

La crisis financiera de 2008 y la recesión posterior fueron vaciando – literalmente- muchas comunidades pequeñas en Estados Unidos, entre ellas Empire en Nevada, donde comienza Nomadland. 

Para 2012 la empresa que empleaba a la mayor parte de la población había cerrado, así que Fern se despide de su casa, acondiciona su furgoneta y se lanza a la ruta para sostenerse con empleos temporales en la tierra de nómades que menciona el título original. 

La directora y guionista china Chloé Zhao, basó este drama en el libro homónimo escrito por la periodista Jessica Bruder en 2017 e incluyó en el elenco varios “habitantes de furgonetas” reales. Entre ellos a Bob Wells, impulsor de ese tipo de vida trashumante y del encuentro anual en Arizona, donde los veteranos capacitan a los novatos sobre cómo arreglar un desperfecto mecánico menor, confeccionar un baño portátil o protegerse en caso de un ataque. 

Frances McDormand es la protagonista exclusiva –sólo ella y David Strathairn son interpretes profesionales-, que da a Fern la dosis justa de desamparo y fuerza, mientras se acostumbra a la soledad, las diferentes changas -en una impoluta planta de Amazon o a la intemperie cosechando remolachas-, los nuevos paisajes y amigos. 

Un personaje que se gana al espectador y sostiene el mínimo suspenso de si querrá o podrá seguir en el camino; de este reflejo -bello en su sencillez- del otro lado del “sueño americano”, que desafía a los tanques  con su bajo presupuesto, su cosecha de premios y su candidatura al Oscar a mejor film del 2020.

Ficha técnica Dirección y guion: Chloé Zhao. Música: Ludovico Einaudi. Fotografía: Joshua James Richards. Intérpretes: Frances McDormand, David Strathairn.  Origen: USA, Alemania – 2020.