Entre los lanzamientos de julio en Netflix figura este recordado ciclo argentino.

En octubre del año 2000 el canal estatal estrenaba Okupas, miniserie de 11 episodios de una hora producida por Ideas del Sur, la disuelta productora de Marcelo Tinelli. 

Dirigida por Bruno Stagnaro y guionada por Alberto Muñoz y Esther Feldman, la trama se centra en Ricardo Riganti – Rodrigo de la Serna-, un veinteañero de clase media que dejó la universidad y anda sin rumbo, hasta que una prima le ofrece mudarse a un caserón derruido para evitar que lo ocupen. 

Un trabajo no tan sencillo, que lo obliga a pedir ayuda a su amigo “El Pollo” – Diego Alonso-, que aporta sus músculos, su experiencia y a Walter –Ariel Staltari- y El Chiqui – Franco Tirri-, completando un cuarteto que tratará de sobrevivir a la violencia, las drogas y otros riesgos urbanos, a modo de antecedente ficcional de una de las mayores crisis económicas, sociales e institucionales de país.   

Ese debut tuvo un mediano suceso, que después del 2001 y la reposición en América TV y Canal 9 el ciclo fue creciendo en la consideración del público y de la crítica  y logró entrar en la lista de las mejores producciones televisivas argentinas. 

Pero la musicalización, uno de los aspectos más destacados junto con la ambientación realista en las calles y el lenguaje crudo alejado del costumbrismo, contenía  temas de bandas internacionales con derechos carísimos que por una década impidieron nuevas pasadas en TV y que se la incluyera en las plataformas de streaming, hasta que a finales del pasado junio Netflix anunciara su reestreno el 20 de julio con copia remasterizada y remusicalizada para evitar el inconveniente. 

Una nota de alarma para quienes la vieron y excelente noticia para quienes nunca tuvieron la oportunidad.