Esta nueva producción de Netflix apunta al movimiento Black Lives Matter y al Oscar. 

La madre del blues dista de ser una biopic, aunque la trama y el título original -Ma Rainey’s Black Bottom- refieran a uno de los exitosos temas de la compositora y cantante Gertrude “Ma” Rainey.

Una mañana calurosa de 1927 en Chicago, Ma y su banda llegan al estudio “Hot Rythm” para grabar un disco -una secuencia muestra el laborioso proceso- y con el paso de las horas, las paredes de ladrillo apenas pueden contener la creciente tensión entre el codicioso empresario blanco y los artistas negros y entre ellos. 

Jornada única ficcionalizada por el dramaturgo August Wilson en la pieza homónima estrenada en 1982, que forma parte de una serie de diez sobre la situación opresiva  de los afrodescendientes en la sociedad estadounidense durante el siglo XX. 

La elección de Ma Rainey como protagonista no es casual, ya que la estrella desafió los prejuicios de la época para su género, color y profesión, algo que el director George C. Wolfe supo reflejar apoyado en la entregada interpretación de Viola Davis como Rainey y de Chadwick Boseman, como el joven cornetista cuya frustración y trágica confrontación con sus veteranos compañeros, probablemente recibirá varios premios póstumos. 

Un drama que impresiona por su dialogo con el violento contexto actual de Estados Unidos, aunque renguea desde el punto de vista cinematográfico porque fuera de unas pocas escenas exteriores y el estupendo acompañamiento musical de Brandford Marsalis, se percibe encerrado en su estructura teatral con apartes, cierto tono declamatorio y alguna alegoría obvia. 

Ficha técnica. Dirección: George C. Wolfe. Guion: Ruben Santiago-Hudson. Fotografía: Tobias A. Schliessler. Música: Branford Marsalis. Intérpretes: Viola Davis, Chadwick Boseman, Colman Domingo, Glynn Turman.  Origen: USA; 2020.