Guy Ritchie y Jason Statham vuelven a formar dupla en un thriller tan efectivo como manido. 

El debut con Juegos, trampas y dos armas humeantes (1998), le bastó al británico Guy Ritchie para ser comparado con Quentin Tarantino y reclutado por Hollywood, llevando a su carrera a pendular entre encargos industriales impersonales y la vuelta a su estilo visual y narrativo en proyectos propios. 

En Justicia implacable hace una remake del francés Le Convoyeur (Nicolas Boukhrief; 2004), que al ser un thriller con mucha acción y contar nuevamente con Jason Statham en el protagónico quedó en una suerte de punto medio. 

La trama abre unos meses después de que un camión de caudales fuera emboscado y desvalijado violentamente, cuando la empresa incorpora a Patrick “Hache” Hill, un nuevo conductor que demuestra notable efectividad y sangre fría al proteger los valores que transporta, aunque a la larga revelará motivos ocultos para desempeñar ese trabajo. 

La estructura en cuatro episodios en vaivén temporal, no alcanza a ocultar lo previsible del argumento casi ochentero, donde el protagonista enfrenta sólo a los villanos y traidores de turno para sacarse una espina. 

 Si los espectadores superan ese notorio inconveniente, el film ofrece un Statham tan parco como solvente en un rol que le sienta, un elenco de secundarios que cumple e incluye un par de caras reconocibles y un desenlace literalmente explosivo, aunque a la luz de la anterior filmografía del propio Ritchie y de recientes largometrajes exitosos del género como John Wick (Chad Stahelski; 2014) o  Nobody (Ilya Naishuller; 2021) se habría beneficiado con algo de ironía. 

Ficha técnica/ Dirección: Guy Ritchie. Guion: Guy Ritchie, Ivan Atkinson & Marn Davies. Música: Christopher Benstead. Fotografía: Alan Stewart. Intérpretes: Jason Stahtam, Josh Hartnett, Holt McCallany. Origen: USA, UK; 2021.